AP piensa gobernar en 1989 con un millón de votos más y el apoyo de regionalistas y de Convergencia

Alianza Popular (AP) se propone formar Gobierno en 1989 con la perspectiva de subir su apoyo electoral en un millón de votos, el concurso de algunos partidos regionalistas y el apoyo poselectoral de Convergéncia Democràtica de Catalunya. A este efecto, el presidente de AP, Antonio Hernández Mancha, se entrevistará en Madrid el próximo septiembre con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. En el próximo otoño, este partido expondrá sus planes al CDS por si quiere participar en un Gobierno de centro derecha, aunque vislumbran que la respuesta será negativa.

En el supuesto probable de que Adolfo Suárez rechace la oferta, AP se empeñará en captar a un sector de los votantes del CDS. En este afán de expansión, la dirección aliancista considera dentro de lo posible que votantes del PSOE dirijan su voto a los conservadores.En un primer supuesto teórico elaborado por la dirección aliancista se describe un gobierno de centro-derecha para 1989 sustentado por "tres patas". "En el centro, Alianza Popular, como pata principal, y a los lados, Convergència Democrática de Catalunya y el CDS", explicó un miembro de la dirección. El presidente de AP, Antonio Hernández Mancha, se entrevistará en Madrid el próximo mes de septiembre con el presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol.

Ante el hecho probable de que Adolfo Suárez, presidente del CDS, rechace esta posibilidad, AP dedicará sus esfuerzos a quitar votos al partido centrista. "El electorado del CDS, según encuestas de opinión, quiere que haya una alternativa al socialismo y no va a entender que el CDS lo rechace, de ahí que nosotros les pidamos que vengan con nosotros", dijo la misma fuente.

El vicepresidente de Alianza Popular, Alberto Ruiz Gallardón, confirmó ayer la intención de entablar conversaciones en breve con Adolfo Suárez ante el interés de los aliancistas en saber por dónde tienen que dirigir su estrategia política. "Suárez tiene que decir si está dispuesto a formar gobierno con el centro-derecha, pero ahora, no un mes antes de las elecciones", dijo Ruiz Gallardón.

CP: una fórmula muerta

La dirección de AP considera que aún sin el apoyo del CDS están en condiciones de ganar las próximas elecciones legislativas. El presidente aliancista, Antonio Hernández Mancha, explicó a este periódico que con un millón de votos más en el conjunto nacional -en las últimas elecciones consiguieron algo más de cinco millones de votos-, además del apoyo de partidos regionalistas, y el acuerdo postelectoral de CiU podrían conseguir el poder.

En ningún caso piensan los aliancistas que se debe ir de nuevo a la fórmula que siguió en las anteriores confrontaciones Coalición Popular. "La forma de coalición está muerta", dijo Ruiz Gallardón. Según este dirigente, la situación es: "En el diálogo a varias bandas está Convergéncia, con quienes las conversaciones ya existen; y nuestra propuesta para las próximas elecciones en Valencia y Navarra es la de formar, sólo allí, coaliciones con Unión Valenciana y Unión del Pueblo Navarro".

Más difícil parece establecer esta coalición con el Partido Aragonés Regionalista (PAR), aunque una persona del entorno de Hernández Mancha asegura que éste tiene el compromiso del presidente aragonés, Hipólito Gómez de las Roces, de apoyarle si necesita sus votos para formar gobierno.

En septiembre, Hernández Mancha se entevistará también con los secretarios generales de CC OO y UGT, Marcelino Camacho y Nicolás Redondo, respectivamente. "Queremos decir a los sindicatos que es muy posible que AP gane en el 1989 y que deben tener la convicción de que nunca este partido mermará las conquistas de los trabajadores", dijo Ruiz Gallardón.