Francia y España elegirán dos mandos policiales para el control de la frontera

AGENCIASEspaña y Francia contarán en breve con sendos mandos policiales, dotados de similares competencias, qúe se encargaran de organizar las tareas de control en los pasos fronterizos pirenaicos y que actuarán en estrecha colaboración. Esta decisión es resultado de los reiterados contactos entre los autoridades responsables de la seguridad de ambos lados de la frontera y fue tomada en la reciente cunibre de Bagur (Gerona), celebrada a finales de mayo entre José Barrionuevo ministro del Interior; Rafae Vera, secretario de Estado para la Seguridad, y Robert Pandraud, ministro francés para la seguridad.

Fuentes consultadas po Europa Press informaron que el nombramiento del coordinado español, a realizar en breve, es el único tema a concretar por parte de las autoridades españolas. Hasta ahora, todo lo referente a terrorismo en el País Vasco estaba ya coordinado, por parte española, por el delegado del Gobierno en esta comunidad, Julen Elgorriaga.

Esta mayor coordinación entre los responsables policiales de ambos países tiene por objeto segun recoge Efe, establecer un peinado fino sobre la frontera para luchar, no sólo contra el terrorismo, sino también contra el tráfico de droga y otros tipos de contrabando, como el de automóviles de lujo.

El nuevo coordinador general francés estará a las órdenes directas del director central de la Policía del Aire y Frontera (PAF), Lucien Colcelaer y, por parte española, tendrá como interlocutor único al homólogo que le asigne Madrid.

La principal misión del coordinador general francés será la de aunar la acción de los 15 miembros de la PAF despleglados en el extremo occidental de la frontera franco-española. Lo elementos de la PAF están encargados del control del paso de personas y mercancías por la misma y son quienes, desde julio de 1986, actuan normalmente de las capturas y entregas de los refugiados vascos a España.

Detención en Bélgica

Por otro lado, la policía belga descubrió esta semana en Bruselas un alijo de armas en el domicilio del armero Ale Ander Mertens, sospechoso de traficar con ETA Militar. En 1983 Merte ya había sido detenido acusado de vender armas a la organización terrorista, pero fue absuelto por falta de pruebas.

Según la brigada de investigación encargada del caso, la policía halló 150 pistolas de fabricación checa, desaparecidas en 1983 de un depósito de aduana 5.000 cartuchos parabellum de milímetros, dos metralletas y dos fusiles M1, así como un lanzagranadas similar a otro encontrado en 1983 por la policía francesa un zulo (escondite de armas) de ETA. Mertens podría estar implicado en una red internacional de tráfico de armas, con la que podrían estar relacionadas una veintena de sociedades, lo que puesto en alerta a las policías de España, Francia, Luxemburgo y Suiza.