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Añoranza de 1977

Todos los miembros de la ponencia constitucional ven con añoranza aquellos días de gran actividad política. "Necesitábamos ser amigos, y lo fuimos", afirma Roca, a quien le hubiese gustado mantener un encuentro con sus seis compadres en un acto simbólico que celebrase los 10 años de democracia.Fraga, ahora ya casi retirado de la vida política activa, considera que el trabajo realizado en la ponencia fue muy bueno, "mejor que el resultado definitivo, con los arreglos de Abril Martorell y Guerra, mucho más apasionados y de carácter eminentemente político", tarea que, por el contrario, Peces-Barba considera "tremendamente positiva".

El ex presidente del Congreso, que está preparando un libro con juicios políticos y jurídicos sobre la Carta Magna, ve en la Constitución "el primer factor de integración de la sociedad española".

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Para Cisneros, hoy dedicado a sus labores como funcionario público, que está "fuera de la política contra voluntad" aparte de los recuerdos políticos que le traen aquellas fechas, el mes de agosto de aquel 1977 es también sentimentalmente reseñable, ya que fue entonces cuando nació su última hija, Isabel.

Su entonces compañero de partido, Pérez Llorca, quien mantiene un bufete de abogados junto con García Añoveros, cree que diseñaron un sistema político que funciona, aunque no a mi satisfacción plena".

Miguel Herrero se precia de haber sido en aquel momento "el único ponente confesadamente liberal" punto al que cree que hoy día han llegado casi todos sus compañeros. Todos sus recuerdos y varios de los documentos utilizados en aquellos días aparecerán próximamente en un libro.

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