Los concejales de AP y CDS impiden a los socialistas la contratación de 128 personas 'de confianza política'

Los socialistas sufrieron ayer la primera derrota de la nueva corporación del Ayuntamiento de Madrid cuando los concejales de AP y CDS -IU se abstuvo- sumaron sus votos para retirar del orden del día la propuesta de contratación de 128 personas cuyo requisito principal era que gozaran de la confianza del equipo de gobierno. El primer pleno del nuevo Ayuntamiento mostró claramente que Barranco tiene por delante cuatro años muy difíciles, y que puede que exista buena disposición en la oposición para permitir la gobernabilidad municipal, pero que oposición y gobierno en minoría aún no se han puesto de acuerdo.

El nuevo portavoz socialista, Luis Larroque, se explicó con todo lujo de detalles. A veces se alargó en explicaciones tan obvias que parecía que se dirigía a un público poco versado en Administración local. Según él, es necesario que el equipo de gobierno pueda poner al frente de los centros culturales, de las juntas municipales y de las áreas centralizadas, a 128 personas de su confianza política, lo que exige la contratación a dedo y su carácter de no funcionarios.Lo contrario, afirmó Larroque, es impedir la gobernabilidad del Ayuntamiento, y la oposición -dijo el portavoz socialista- tiene la obligación y el derecho a criticar al equipo gobernante, incluyendo la moción de censura contra el alcalde, pero permitiendo antes que el alcalde se dote de los medios que crea necesarios.

La larga perorata de Larroque no convenció al CDS, ni a AP ni a IU. Francisco Javier Soto (CDS) rebatió a su oponente con un discurso concreto. Soto afirmó, primero, que habría que discutir si los directores de servicios eran necesarios. En el caso de que lo fueran, sus puestos debían ofrecerse al personal funcionario, y no recurrir a personas de fuera del Ayuntamiento -cuyos sueldos supondrían unos 400 millones de pesetas anuales- Y tercero, Soto reconoció que en algunos casos excepcionales podría recurrirse a contratar personal de confianza, pero en casos muy concretos y muy justificados, entre los que incluyó a la secretaria del alcalde. Álvarez del Manzano (AP) dirigió un canto de alabanza a la bondad y la capacitación de los funcionarios municipales, mientras iba intercalando idénticas propuestas a las dichas por Soto.

El portavoz aliancista hizo una crítica que no fue rebatida por los socialistas: que la pretensión de crear 21 directores de servicios en las áreas centralizadas era una artimaña del PSOE para dotarse de otros tantos concejales que ayuden a los elegidos en las urnas a sobrellevar todo el peso del Gobierno municipal [los 24 concejales socialistas deben repartirse todas las áreas de trabajo, las 19 presidencias de juntas de distrito, las comisiones informativas, la Comisión de Gobierno y la representación del Ayuntamiento en todos los organismos en que participa, que son varias decenas]. Es obvio, como recalcó la oposición, que van a tener que trabajar mucho.

A su vez, Tamames (IU) expuso la conformidad general de su grupo con la propuesta socialista, pero con la excepción de los 18 directores de servicio para las juntas municipales, que, afirmó, no eran necesarios. Al contrario, dijo Tamames, menos directoires de servicios en las juntas y más competencias y personal general para las mismas, por el camino de la descentralización real.

La cólera de Larroque

Al final, Izquierda Unida se abstuvo y el punto fue retirado del orden del día por la fuerza de los votos de AP y CDS.Cuando supo claramente las intenciones de la oposición, antes del momento de votar, Larro que montó en cólera y acusó a AP, CDS, e IU de no demostrar con los hechos sus buenas palabras respecto a permitir la gobernabilidad del equipo de gobierno.

"Estamos ante el problema de fondo de decidir si el alcalde de Madrid va a tener los medios humanos necesarios para llevar adelante su programa", dijo Larroque. La no contratación de ese personal de confianza significa, añadió, dejar paralizado, el Ayuntamiento durante todo el verano.

Agustín Rodríguez Sahagún (CDS) replicó a Larroque en el mismo tono de dureza. Recordó que el PSOE ya no tiene la mayoría absoluta en el Ayuntamiento y les recomendó que empezaran a practicar la negociación y el diálogo. Rodríguez Sahagún advirtió que el tono arrogante de Larroque era propio de espíritus totalitarios.

Previamente, Soto (CDS) había mostrado su cansancio por la insistencia de Larroque en apelar a la gobernabilidad municipal cada vez que quería forzar a la oposición a admitir y aprobar las propuestas socialistas.

Fue un momento muy tenso del pleno, en el que se reveló que, simultáneamente al tema principal de la contratación de 128 personas de confianza política, lo que se estaba dirimiendo también era la fortaleza con que cada partido mantenía sus posturas políticas.

Los enfrentamientos se reprodujeron en muchos otros asuntos tratados en el pleno, todo ello bajo la mirada preocupada del alcalde, Juan Barranco, que más de una vez cortó al portavoz socialista cuando estimó que sus intervenciones, al margen de la bondad o no de su contenido, estaban irritando en demasía a una oposición de la que necesitan, por lo menos, su abstención.