Abogados de oficio
Considerándome estafada y engañada por una transacción comercial frustrada con repercusiones profesionales, acudí al juzgado a interponer la demanda pertinente. Se me informó de la necesidad de hacerlo a través de un. procurador y un abogado, que en este caso se me adjudicaba de oficio.Acudí al despacho que se me había asignado, donde expuse mi caso a uno de los abogados, que me atendió diligente y amablemente hasta que se enteró de que iba en turno de oficio. Ya no le interesó saber más de la historia,
Empezó a ser descortés, rayó en el insulto, y a pesar de indicarle que podría renunciar al caso, manifestó que pondría la demanda como a él le pareciera. Abundó en una demostración de mezquindad, falta de profesionafidad, codicia y desprecio por el más débil, cualidades bastante frecuentes hoy.
Después de algunas peripecias, pude ver en el juzgado la demanda, que contenía erroires de hecho y sus fundamentos de derecho adolecían de mediocridad y estaban sesgados.
Pasa a la página siguiente
Abogados de oficio
Viene de la página anteriorAparte de los perjuicios y sinsabores que la falta de rigor humano y profesional me hayan podido ocasionar, no se puede tolerar en una sociedad de derecho, ni en ninguna otra, que haya ciudadanos a los que se les trate con distintas categorías en sus derechos individuales. No se puede admitir que profesionales del derecho colaboren a violar la ley y a pisotear los derechos establecidos en la Constitución, con el agravante de una participación meramente voluntaria. No podemos aceptar que se agrande la mancha que tiñe a la justicia. Caterina Vivern
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
