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El Gobierno francés inicia hoy la reprivatización del primer canal de televisión

Lluís Bassets

La venta en acciones del 50% de la propiedad del primer canal francés, TF-1, que empezará hoy, lunes, será la primera operación delicada de la privatización de empresas públicas emprendida, hasta ahora con éxito, por el Gobierno conservador francés. El ministro de Economía, Edouard Balladur, fijó el viernes el precio de cada acción en 165 francos (unas 3.460 pesetas, aproximadamente), sensiblemente Inferior a los 285 francos por acción que debió pagar el grupo de empresarios que adauirió la propiedad del resto del capital.

La operación significará la aparición en el mercado de 9.676.000 títulos, de los que dos millones servirán para bonificar la conservación de acciones o la adquisición de una cantidad mínimá. El precio medio de la acción, tras las bonificaciones, será de 137 francos. Los títulos del primer canal de la televisión francesa, TF-1, se cotizarán en el segundo mercado bursátil, que hasta hasta ahora había estado reservadópara las pequeñas y medianas empresas.El segundo mercado está destinado a empresas con fuerte crecimiento, que deben soportar niveles de riesgo importantes. Francis Bouygues, presidente de TF-1 y propietario del 25% de la empresa, ha asegurado que el precio de las acciones es "muy conveniente y relativamente bajo", y ha manifestado que no le satisface la cotización en. el segundo mercado. "Es menos gloriosa que la cotización oficial, pero también es más prudente", ha afirmado.

El público pagará un total de 1.500 millones de francos (31.500 millones de pesetas) por la mitad de TF-1, mientras que Francis Bouygues y sus socios pagaron exactamente el doble por la otra mitad. Una parte de las acciones, el 10%, será vendida a los empleados, 1.425 personas, que teéricamente deberían gastar 200.000 francos cada uno (4.200.000 pesetas) en la compra de títulos.

Las dificultades de tal desembolso serán subsanadas con un complejo plan de financiación a largo plazo, equivalente a préstamos subvencionados a ocho años. En las anteriores privatizaciones, todas ellas con ventas al público exitosas, el precio de la acción fue fijado a la baja, según las opiniones más críticas. En este caso, en cambio, muchos observadores consideran que la venta presenta notables dificultades, y que podía haberse ajustado todavía más el precio.

Bouygues, el accionista mayoritario, después de unas primeras declaraciones en que aseguró haber sido "engañado sobre la mercancía", se ha prodigado, en el momento de iniciar la venta pública, en declaraciones de optimismo, que incluyen la previsión de. beneficios para el año próximo, desmentidas por muchos observadores.

La venta de TF-1 se realizó, según Bouygues, "sin garantías ni sobre el activo ni sobre el pasivo"; al poco tiempo fue prohibida la publicidad de bebidas alcohólicas de baja graduación, que signíficaba una parte importante de los ingresos, y el mercado profesional se disparó como resultado de la competencia entre las distintas cadenas por conseguir los nombres más atractivos.

Revisar las condiciones

El accionista mayoritario ha presionado en las últimas semanas para obtener una revisión de las condiciones de compra de la cadena, el aplazamiento de la venta al público, y a hora, la limitación de la publicidad a las cadenas privadas. Bouygues, a quien se le considera el primer empresario de obras públicas y construcción del mercado mundial, está acostumbrado a la renegociación de contratas después de su adjudicación y, según quienes le critican, desea realizar una operación similar con TF-1.La entrada del rey de las obras públicas en el sector audiovisual ha sido paralela a una caída del 30% del valor de las acciones de las empresas que forman su grupo durante el último año, al tiempo que se ha producido un fuerte estancamiento de la demanda de obras públicas en el extranjero y que se han endurecido las condiciones de la competencia en Francia.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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