Klein y Galbraith creen que los actuales indicios de recesión no provocarán una crisis mundial
"La recuperación económica hasta finales de la actual década será frágil, pero con esperanzas de continuidad", afirmó ayer Lawrence R. Klein. Tanto el que fuera premio Nobel en 1980 como el economista norteamericano John Kenneth Galbraith están de acuerdo en que, "aunque existen indicios de recesión, en los próximos años no se producirá un crack como el del 29, sino crisis puntuales que el sistema podrá contrarrestar". Estos expertos se mostraron ayer, a lo largo del seminario Perspectivas de la economía internacional, partidarios de atajar la inflación con la subida de impuestos, mientras que señalaron la necesidad de reducir los tipos de interés.
"Existen indicios de recesión, como la interrupción del crecimiento económico en los países industrializados, pero ahora tenemos mecanismos de salvaguardia que no existían en los años veinte, por lo que un crack de ese tipo no se repetirá", manifestó ayer John Kenneth Galbraith en un seminario organizado por la Cámara de Comercio e Industria de Madrid. Lawrence Klein, premio Nobel de Economía, también fue categórico: "Es posible otra crisis importante, pero una como la del 29 no está en el horizonte de esta década". Edmond Malinvaud, director general del Instituto Nacional de Estadística y Estudios de París, manifestó no ser tan optimista como sus colegas, ya que "en un sistema como el actual pueden producirse tormentas y no estoy seguro que nuestros sistemas de salvaguardia resistan".Según Klein, los problemas que subsisten en el panorama mundial son "la hiperinflación, los desequilibrios comerciales y monetarios, el desempleo y la deuda de los países subdesarrollados". Sobre los desequilibrios, Klein indicó que "se han de mantener los tipos de interés a la baja y se ha de ir hacia una nueva pero pequeña depreciación del dólar". Refiriéndose a las tasas de desempleo europeas dijo que "son inaceptables, pero no es previsible que desciendan". Si Europa quiere mejorar el empleo "debe mantener tasas de crecimiento de entre el 3% y el 4%", explicó.
Una deuda impagable
El premio Nobel de Economía destacó que la deuda de los países subdesarrollados es impagable, si estas naciones no reciben mayores ingresos. La banca, dijo, "debe olvidarse de esa deuda, ponerla en el capítulo de impagados y considerar que algunos países están en quiebra". También Galbraith indicó que estos préstamos otorgados a los países en vías de desarrollo "no van a ser devueltos", pero, añadió, "el efecto no será tan catastrófico como se quiere presentar". Galbraith puso el ejemplo de algunos bancos norteamericanos, como Citibank o Bankamerica, "que han considerado estos créditos como impagados, han aumentado sus reservas especiales y no ha pasado nada".Entre las medidas para potenciar el crecimiento, Klein destacó la necesidad de "coordinar las políticas económicas y establecer un sistema monetario mundial". Asimismo, destacó que la decisión de emprender un desarme multilateral puede ayudar a la reforma de las economías, ya que "se liberalizarán recursos actualmente dedicados a comprar armamento que podrán destinarse a otros capítulos".
Para Galbraith ha llegado el momento de "contemplar el monetarismo como una de las políticas más destructivas de la época moderna". Este profesor de Hanard abogó por una política de subida de impuestos y criticó la solución de incrementar los tipos de interés.
También Edinond Malinvaud consideró que "hay que introducir una baja suplementaria de los tipos de interés". Sobre Europa indicó que "la puesta en marcha de un gran mercado interior es un elemento esencial para restablecer nuestra competitividad y sostener el desarrollo económico". En este sentido, Luis Ángel Rojo, director general del Banco de España, advirtió que "el mercado interior sólo será productivo si va acompañado de una coordinación de las políticas economicas, en caso contrario no se mejorará el empleo".
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