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Crítica:'VÍSPERAS'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Otra saga

Vicente Molina Foix

El alimento del drama rural sigue nutriendo el vientre incansable de nuestra televisión. Los estómagos más delicados no se habrán repuesto todavía de la indigestión producida por la serie Clase media, y vuelve a las horas estelares otro conflicto de caciques y boina. ¿Se empacha nuestro público de estas recetas o traga todo drama de los campos de España sin fijarse en las variaciones del gusto? Vísperas, por lo menos, parece, hasta ahora, una serie de más empeño y más rigor que la citada.Dos novelas del vigoroso escritor republicano y exiliado Manuel Andújar dan la base dramática e histórica al serial, y los nombres que firman la adaptación tienen reciente crédito en el cine y la televisión. En cuanto al realizador, es grato reencontrar a un director de cine, Eugenio Martín, que en su día de mayor gloria, los años sesenta, hizo películas de género con humor y capacidad. La garantía literaria y el buen oficio de Martín hacen de Vuperas un producto de interés; se han visto hermosas soluciones de paisaje y, en el primer capítulo, tenía garra dramática la escena de la quema de los trigales.

Pero no hay que olvidarse del plato envenenado del menú de la casa. Aunque la dirección artística, sobria, poco cargada de rasgos costumbristas, destaca respecto a series similares, y la interpretación resulta homogénea en su buena calidad -con un trabajo rico de composición de Mercedes Sampietro-, no parece que escape a la maldición de los dramáticos de Prado del Rey. Señalemos de muestra dos fácetas.

La primera, la música. Es un vicio heredado del cine español el exceso de acompañamiento musical en los espacios televisivos de ficción, no sólo patente en los subrayados, sino en las transiciones; es un detalle de suprema desconfianza en la visualidad de lo rodado y en el peso emocional de lo contado insistir tanto, llenar tanto nuestros sentidos de esas notas de arrastre y continuidad.

Lacra endémica y de difícil arreglo es la segunda. No quiero hacerme blanco fácil del ojo escrutador de nuestro ombudsman, ahora que los lectores se rebelan tanto contra la reiterada petición de versiones originales, pero sí me permito señalar que un logro muy característico de esas series inglesas que tanto gustan y tan bien se critican en todo el mundo es su respeto al modo de hablar de las personas. ¿O es que en TVE los personajes del drama no lo son? En Visperas, donde la contraposición de los pueblerinos con la madrileña se podría haber reforzado considerablemente atendiendo a la diferencia de las voces, todos los actores, sean de cualquier clase social y sean, como dicen serlo, de un pueblecito de Jaén, hablan con ese acento monocorde y limpio, excesivamente limpio, repulido incluso, que habrá ya que pensar en ir llamando el acento de Somosaguas.

Vísperas se emite hoy por TVE-1 a las 22.20.

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