Una ovación de 10 minutos para el líder socialista europeo
"Os deseo lo mejor". Estas palabras, con las que Willy Brandt concluyó ayer su largo discurso de despedida ante el congreso extraordinario del partido socialdemócrata alemán (SPD) en Bonn, fueron seguidas por una estruendosa ovación que, con los 400 delegados y varios miles de invitados y periodistas puestos en pie, se prolongó cerca de diez minutos.Ni el propio Brandt, que abandonaba ayer la presidencia del SPD tras 23 años de ejercicio, ni muchos de los presentes, ocultaron su emoción, conscientes de que asistían a un acto histórico en la vida de la socialdemocracia alemana, la de mayor tradición del mundo.
Brandt pronunció un impresionante discurso de cerca de dos horas en el que pasó revista a su carrera política con sobriedad, autocrítica y confianza y trazó las directrices de lo que debe ser la labor política de la socialdemocracia alemana en el futuro.
No eludió ningún problema de los muchos que aquejan al SPD, reivindicó los valores tradicionales de la socialdemocracia y animó a los delegados a luchar por abrir nuevas perspectivas de justicia, solidaridad y tolerancia en la cultura política democrática. Fue un discurso unánimemente calificado de brillante, que ya hoy estará a la venta en las librerias alemanas.
Brandt se despidió con el enorme respeto de todos los asistentes, incluidos aquellos que en los últimos tiempos habían criticado su forma de dirigir el partido. "Si he sido excesivamente liberal lo siento, pero es que soy así", dijo sonriente y sin ánimo de disculparse por ello. Ayer mismo, el congreso nombró por aclamación a Brandt presidente de honor vitalicio del SPD.
El discurso de Brandt quitó todo protagonismo a las tareas propias del congreso extraordinario, incluida la elección de su sucesor, el jefe del grupo parlamentario socialdemócrata y hasta ahora vicepresidente, Hans Jochen Vogel. Éste obtuvo 404 votos de los 423 delegados, con lo que confirmó el carácter integrador que siempre se le ha adjudicado.
Oskar Lafontaine, el controvertido dirigente socialista del Sarre, líder del ala izquierda del partido y nieto favorito de Brandt fue elegido vicepresidente con 353 votos a favor, 62 en contra y 8 abstenciones, un resultado mejor de lo esperado dado que cuenta con la oposición del ala derecha del partido.
Desde ayer, el SPD cuenta con una nueva troika en la dirección: Vogel y los dos vicepresidentes, Lafontaine y Johannes Rau, como exponentes de las dos alas, la izquierdista, mas vinculada a los movimientos ciudadanos y la tradicional, allegada a los sectores mas conservadores de los sindicatos.
Vogel pidió firmeza en la defénsa de los acuerdos tomados en el congreso de Nuremberg en agosto de 1986. Estos acuerdos, entre ellos el abandono de la energía nuclear, fueron después reafirmados en una Declaración de Bonn.
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