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Familiares de la pareja que se suicidó en La Coruña aseguran que no se oponían a su relación

José Ramón Vázquez Fernández y María Isabel Méndez Castiñeira, de 20 y 21 años de edad, respectivamente, que la madrugada del pasado sábado decidieron quitarse la vida en la Coruña, fueron enterrados ayer. Familiares de los jóvenes se mostraban anonadados por la noticia, ya que nadie se oponía a su relación.

José Ramón, un estudiante de Informática que estaba a punto de cumplir los 21 años, y al que sus amigos definen como inteligente, y María Isabel, de 21 años cumplidos, natural de Amurrio (Álava) y residente en Sada (La Coruña), se habían conocido hace año y medio en esta última localidad, una villa veraniega próxima a la capital. Según sus conocidos, mantenían una relación "normal pero intensa. No les llegaban las horas para verse" y tenían claro que se amaban. "A él no le importaba reconocer que sin ella no vivía", dicen sus amigos.La madrugada del sábado ambos se dirigieron en coche a la nave que posee el padre de José en el polígono industrial de A Grela-Bens, en el extrarradio coruñés. Allí, al parecer, estuvieron algún tiempo hasta que descendieron a la nave con un saco de dormir guardado con otros útiles de acampada. La reconstrucción policial supone que tomaron unas cuerdas de esparto y se introdujeron en un viejo autobús, afirmaron los dos extremos en los asientos y lanzaron los otros dos al techo del vehículo, a través de una ventanilla. José Ramón e Isabel se metieron en el saco, lo ataron a sus cinturas y después se anudaron al cuello los dos cabos.

La mañana del sábado la nave mantuvo durante dos horas su actividad habitual, sin que los trabajadores advirtieran los cuerpos abrazados, ocultos en el estrecho pasillo que formaban el autobús y una pared. Fueron descubiertos por un familiar que vio también en el coche de José Ramón la nota de despedida: "Enterrarnos juntos. Nos amamos".

Lo conciso y contundente del mensaje, deja claro que la relación "iba en serio", pero en las familias no provocaba más reticencias "que las normales entre jóvenes que buscan trabajo", según un amigo. "No hay un drama de Capuletos y Montescos", añade, mientras la hermana de José Ramón, Clara, cree que "pensaron que su amor no tenía cabida en este mundo, y decidieron estar juntos para siempre".

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