La NBA sigue el campeonato

La presencia de algunos de ellos ya se ha anunciado en Atenas. Otros, más discretos o más comodones, se han asegurado el envío inmediato a Estados Unidos de vídeos de los 12 equipos en acción en el Eurobasket. Son los scouts o espías de la NBA, cuyo interés en el Campeonato europeo es altamente especializado y no tiene nada que ver con los refinamientos técnicos de Antonio Díaz-Miguel o el apoyo estruendoso del público griego a sus chicos. Lo que quieren ver es talento individual, jugadores jóvenes -a ser posible, que cumplan 22 años en 1987, pero no sólo ellos- con algún atisbo de las cualidades que se requieren para jugar en la Liga profesional.Como ya se va sabiendo, sólo los jugadores nacidos en 1965 podrán ser incluídos en el próximo draft (elección de aficionados) de la NBA, el día 22, salvo aquellos que ya estén en universidades norteamericanas (en particular, los alemanes Hansi Gnad, Jens Kujawa y Christian We1p y los holandeses Rik Smits, René Ebeltjes, Paul van Maren y Ron van der Schaaf), que escapan a esa regla. En la lista -corta, este año- de jugadores de 22 años que manejan en la NBA ha subido de cotización el español José A. Montero y se ha incluído al griego Teófanis Cristodulu, alero de 2,02 que juega de titular en el conjunto de Politis y, sin billar, ha dejado entrever fuerza física y un tiro decente.

Maduración tardía

Lo que ya están viendo en la NBA es que, debido a su más tardío inicio en este deporte, muchos jugadores europeos no llegan a su nivel óptimo hasta pasados los 22 años. Así, dos de los hombres que más están interesando este año, el yugoslavo Stojan Vrankovic (2,15) y el soviético Raimondas Marchulenis (1,93) nacieron en 1964. Ya no pueden, por lo tanto, ser elegidos reglamentariamente en el draft y, como tampoco lo fueron el año pasado, cuando les correspondía, quedan en teórica libertad para probar o ser fichados por cualquiera de los 23 clubes de la NBA. Son lo que se llama free agents. En esa calidad fue invitado, el año pasado, Walter Magnifico al campamento veraniego de rookies (novatos) de los Atlanta Hawks. No sorprendería, pues, que a los free agents -incluso a un ausente como Rimas Kurtinaitis o algún españolles lluevan las invitaciones...

El ceremonial de los campamentos veraniegos no debe tomarse excesivamente en serio. Hay un fuerte componente de relaciones públicas en ello; por ejemplo, las buenas relaciones de Ted Turner, el propietario de los Hawks, con las autoridades soviéticas -Turner organizó el año pasado los Juegos de la Buena Voluntad en Moscú- están en el origen del aparente permiso concedido por la URSS a cuatro de sus jugadores, incluídos Valer¡ Tijonenko y Aleksandr Volkov, para que asistan el mes próximo al camp de Atlanta en Canadá. Se asegura que Turner se ha comprometido a que todos ellos regresarán a casa sin firmar contrato a ninguno de ellos. Antes de Seúl, al menos.