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BALONCESTO / GRECIA 87

Checoslovaquia hizo trabajar a una URSS que no es claramente superior al resto de favoritos

Luis Gómez

La selección checoslovaca, medalla de plata del Europeo de 1985 gracias a España, hizo trabajar algo a una decepcionante selección soviética más tiempo del previsto. Los checos, con la aportación de algunas individualidades que han madurado, han mejorado el equipo, y jugaron en franquicia durante los primeros 14 minutos. Pero lo trascendente era comprobar que la URSS, a lo largo ya de seis encuentros, no puede ser considerada como claramente superior al resto de favoritos.La URSS no está en un gran momento y gana partidos sin excesiva convicción. El técnico Gomelski se limita a repartir los 40 minutos de juego entre 10 jugadores -Goborov y Iovaisha casi no entran- para así tener menos desgaste físico. El equipochecoslovaco, que atemorizó a España hace unos años a pesar de contar con una plantilla más que obsoleta, ha presentado mejor formación este año gracias a la participación de tres jóvenes Okac (2,16), Maticky (2,07) y Jelinek (1,98) que dan cierto resultado. Luego, permanecen sus veteranos ilustres como Brabenek, Havlik y Kropilac, algunos de los cuales han conocido en juego a ex jugadores españoles como Luyck, Codina o García Reneses. Y Checoslovaquia, sin un juego que merezca la pena salvo cierta facilidad de los aleros para hacer el cruce, planteó un partido molesto a la URSS, hasta el punto de que ésta perdiera la perspectiva de que la victoria iba a ser suya.

Checoslovaquia dominó los primeros 14 minutos, llegó al escanso en situación de igual dad (55-5 1) y aguantó otros diez minutos más sin que los soviéticos consiguieran rebasar con tranquilidad la barrera de los 100 tantos. El base Havlik lanzó con buenos fundamentos a sus compañeros y la ventaja inicial de 22-15 sorprendió a todos. Incluso pasó por la mente de algunos que aquella sorprendente medalla de plata de hace dos años podía volver a planear sobre el presente. Hasta Okac más bajo que Tachenko, dominaba al soviético.

Al final, la URS S, sin brillantez alguna, dominando gracias a sus mayores recursos, impuso su ley, pero algo devaluada a la vista de lo que ha ofrecido en este campeonato. La entrada d

Parijrasjin por Tachenko y la buena dirección de Valters fueron decisivas.

Los soviéticos se mostraron algo más agresivos en defensa y aumentaron el ritmo, con un Volkov también entonado, y ti ros eficaces de Tijonenko y Enden. Havlik, con sus lanzamientos de 6,25, se encontró ya demasiado solo.

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