Portugal cambia su fiesta nacional para celebrar el Día de los Descubrimientos
La fiesta nacional portuguesa del 10 de junio, que era, desde 1976, celebrada como Día de Portugal, de Camoens y de las Comunidades, cambia este año de sentido y de intención y se transforma en Día de los Descubrimientos. El Gobierno portugués ha escogido la fecha del aniversario de la muerte, en 1580, del gran poeta épico luso para señalar el arranque de las conmemoraciones del Quinto Centenario de los Descubrimientos Marítimos Portugueses -celebración similar a la española del Quinto Centenario del Descubrimiento de América-.
Esta conmemoración arranca este año con el aniversario de la llegada de Bartolomeo Díaz al cabo de Buena Esperanza, en 1487, y culminará en el año 2000 con el aniversario del descubrimiento de Brasil por Pedro Álvarez Cabral.
La revolución de 1974 había obligado a cambiar una primera vez el sentido de la fiesta nacional del 10 de junio. El régimen salazarista había hecho del Día de Camoens un equivalente del Día del Pilar bajo el régimen franquista: Día de la Raza y de la Patria Luisiada, "una en cinco continentes". Durante la década de los sesenta y los primeros años setenta, el 10 de junio se homenajeaba a los héroes muertos y vivos de las guerras coloniales que Portugal sustentaba en tres frentes en África.
Día de la lengua
Después de una corta interrupción, el 10 de junio fue recuperado como fiesta nacional por el nuevo régimen democrático, pero desprovisto de cualquier resabio imperial. El Día de Camoens y de las Comunidades pasó a celebrar la lengua y la cultura portuguesa y los lazos que unen a la madre patria los más de tres millones de emigrantes de la diáspora portuguesa por las Américas, África, Oriente y Europa del norte.El cambio de este año fue operado casi subrepticiamente con la decisión del presidente Mario Soares de encargar a la comisión, por él nombrada, organizadora de las conmemoraciones del Quinto Centenario de los Descubrimientos, presidida por el almirante Serra Brandao, que se encargara también las conmemoraciones del 10 de junio. Decisión que provocó la dimisión de la presidenta de la comisión del Día de Camoens, Helena Roseta, ex dirigente socialdemócrata, expulsada del partido por haber apoyado, en 1986, la candidatura presidencial de Soares y que concurre a los próximos comicios legislativos en las listas del partido socialista.
Olvidados Camoens y los emigrantes, el 10 de Junio de 1987 tendrá el estuario del Tajo como palco y el Atlántico como horizonte, entre la Torre de Belem y el monumento a Henrique el Navegante y a los descubridores.
En el discurso que pronunciará el 10 de junio, Mario Soares recordará a los portugueses que sus raíces históricas son profundamente marítimas y que los descubrimientos no fueron apenas una hazaña militar, sino una gran empresa científica y técnica.
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