Lewis, cal en 200 y arena en 100

Carl Lewis era la otra gran figura de la reunión de Madrid. Su éxito fue el correr dos pruebas, porque en la primera, los 100 metros, tuvo una actuación rara, dio la de arena. Ganó, pero con apuros, ante el nigeriano Imoh (mejor marca personal, 10 segundos) y con un tiempo, 10.12, muy superior al anunciado por él, que quería hacer menos de 10 segundos. Se encontró con un viento en contra de 0,78 metros por segundo, lo que fue en detrimento de su marca, pero lo que no convenció fue su carrera. En 200 metros, en cambio, dio la de cal, se exhibió, y realizó su tercera mejor marca personal, 19.92 segundos, con un viento favorable de 1,28.Lewis no llegó de muy buen humor al estadio. Le contrariaba no haber podido cerrar su viaje de regreso hoy a Estados Unidos a través de París. En toda la mañana no salió del hotel, y su calentamiento fue breve. Parecía desmotivado, y la misma impresión dejó su carrera. La salida de Lewis fue la usual en él. No es que fuera mala, es que los demás, como siempre sucede cuando compiten contra él, se esmeraron más; Lewis confiaba en enseñar el dorsal a partir de los 60 metros, lo que resultaría la confirmación de que vuelve a ser el de antes. Imoh se le resistió más dé lo previsto. Tanto, que Lewis ganó con cierto desasosiego final.

Le quedaba otra prueba, los 200 metros, que se organizó a petición suya. Como ve que recupera la forma de años anteriores, quiso probarse, y ahí sí salió a relucir el hijo del viento. Si la marca resultó excelente, mejor aún fue su final, sus últimos 80 metros, porque en la curva había perdido cen tésimas que, de lo contrario, le hubieran aproximado al ré cord mundial (19.72). Lewis hizo una curva tan rápida que no cruzó las caderas lo sufi ciente como para evitar salirse de calle, por lo que se vio obligado a frenar a la salida. En la recta recuperó lo perdido.

El resto de la reunión estuvo alegrado por la victoria de González en los 3.000 metros, con unos rivales preparados a su medida. Abascal no estuvo en la milla. No importó, porque Carreira la hizo vibrar y ganó al irlandés O'Mara.