_
_
_
_

El Spórting no fue enemigo para el Madrid

El Spórting no,había conseguido tocar- el balón a los 34 segundos, cuando Hugo Sánchez marcó el primero de sus tres goles. Tras los 90 minutos del partido, el Spórting había dejado sobre el Bernabéu la misma impresión que en esos 34 segundos. El equipo asturiano sólo tuvo un mérito, el de jugarle al Madrid de forma perfecta, es decir, de la mejor manera posible para entusiasmar a los ultrasur. Y el poco público madridista presente en el estadio se pasó el partido esperando un chispazo de Butragueño. En la espera, Hugo Sánchez se empeñó en darle la noche a la familia Ablanedo."Emilio, sólo los genios tienen baches", era el texto de la pancarta colocada por la peña madridista El Buitre, de Ciempozuelos, sobre una de las barandillas del fondo sur. Pero el genio de Butragueño tampoco salió esta semana de la lámpara. Hubo un momento en que pareció que sí, que los suspiros de los hinchas, deseosos de aplaudir alguna cosa de Emilio, podían soltarse. Fue en el minuto 30, pero su remate se estrelló en el palo y Hugo remató su tercer gol. Era la noche del mexicano. Hugo se ha empeñado en recuperar en los últimos partidos del campeonato sus dos meses perdidos con el lío del decreto. Por ahí puede presumir el Spórting de mala suerte.

Más información
Dos problemas

Hubo otro amago de chispazo, pero el taconazo final de Butragueño hacia Hugo lo cortó un defensa. Así que con Hugo a lo suyo, o sea, a tomarle la espalda a Ablanedo I y hacer recoger balones de su portería a Ablanedo II, y sin la chispa de El Buitre, sus compañeros de quinta y un yugoslavo se dedicaron a tocar la pelota con brillantez, a darle balones a Michel por la derecha, a triangular, a ensayar pases. en corto, a exhibirse en los largos, a darle más balones a Michel por la derecha, a recibir con dos metros de ventaja, a levantar la cabeza y ceder al compañero mejor situado y, en fin, a darle muchos más balones a Michel por la derecha. Hasta Novoa, el entrenador asturiano, se dio cuenta de que por la derecha había algo que no encajaba y en el descanso dejó en la caseta a Marcelino y sacó a Emilio para ver si éste veía a Michel. Michel, a la vista de ello, decidió centrar un par de veces más y Beenhakker le concedió descanso con el sano objetivo de que intente repetir sus pases de ayer el próximo miércoles, en la Copa, ante el Atlético.

El Spórting perdió su ocasión al estrellar Tati un cabezazo en el travesaño, en un despiste de Jankovic, aunque el yugoslavo estuvo, por lo demás, muy bien como eje del equipo. Aún estaba el 1-0 en el marcador y el Spórting acabó de derrumbarse: ni presionó en la defensa, ni lo hizo en la media. Novoa y sus jugadores dieron la impresión de haberse pasado a la segunda cadena de televisión siete días antes, cuando en la primera daban el Barça-Madrid. Y el tempranero gol de Hugo sirvió, además, para darle seis o siete minutos a Chendo y Solana, justo el tiempo que ambos tardaron en compenetrarse en sus marcajes a Eloy y Villa, a quienes anularon por completo, como hizo Sanchis con Mesa. Sanchis hasta se permitió el lujo de exhibirse en jugadas, de ataque y el Madrid, en definitiva, completó un espléndido primer tiempo de fútbol. ¿O fue de billar?

El segundo casi sobró, salvo para comprobar la facilidad de disparo de Martín Vázquez, que Solana se ha hecho con la situación en el lateral izquierdo, el mal momento de Butragueño y la espléndida forma física de Chendo. Y sobró para el Spórting pese al remiendo de Novoa en la permuta Marcelino-Emilio, por el asunto de Michel. Los intentos de Joaquín en la media no encontraron apoyo y el árbitro y uno de sus auxiliares tampoco hicieron mucho por apoyar la correcta aplicación de la regla del fuera de juego.

Beenhakker, por su parte, retiró a Butragueño, por segunda vez consecutiva, y dio entrada a Santillana y Juanito. Pero el malagueño tuvo la desgracia de lesionarse -sufre un fuerte golpe en el gemelo- y tener que abandonar el campo, en lo que posiblemente haya sido su última actuación en el Bernabéu. El Madrid jugó los últimos minutos con 10 hombres, pero no se notó. Chendo seguía en el campo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_