El presidente Ronald Reagan considera que el dólar debe permanecer estable a los niveles actuales

El dólar mantuvo ayer su tendencia alcista frente al yen, al cerrar en Tokio a 143,50, lo que supone un aumento de 0,35 puntos respecto a la jornada anterior. Los analistas consideran que las instituciones han vuelto a adquirir valores oficiales de Estados Unidos ante la depreciación de la moneda japonesa, pero entre los inversores particulares aún pesan las advertencias del Ministerio de Finanzas japonés contra la especulación.Los especialistas aguardan con interés el paquete de medidas económicas que hoy debe aprobar el Gobierno de Tokio para estimular la demanda interna y equilibrar las relaciones comerciales de este país. Las medidas, en principio, incluirán un gasto de cerca de 30.000 millones de dólares en proyectos de obras públicas, unos 7.150 millones en reducción de impuestos y otra serie de acciones para fomentar la construcción y las importaciones.

Ayer, el Ministerio de Correos y Telecomunicaciones japonés anunció el proyecto para aumentar el porcentaje de sus inversiones en bonos extranjeros para su fondo de pensiones -que está constituido por unos 32 billones de yenes-, lo que podría suponer pasar de tres a seis billones de yenes. Esta novedad ha sido posible gracias a la aprobación por el Parlamento de la ley de desregulación financiera, informa Shearson Lehman/American Express.

Por otra parte, el presidente Ronald Reagan afirmó ayer que consieraba aceptable el actual nivel del dólar y que no preveía nuevos descensos fuertes de la moneda norteamericana. Tras señalar que se había registrado una situación volátil en los mercados de cambios, aseguró que no todo se debía a las fluctuaciones del dólar, puesto que pensábamos que las monedas de otros países, estaban debajo del valor apropiado y que todos nos beneficiaríamos si subieran". La mayor parte de los mercados europeos no pudieron reaccionar ante estas declaraciones, puesto que permanecieron cerrados por la festividad de la ascension. En Madrid, sin embargo, la divisa norteamericana cedió posiciones frente a la peseta, al fijar el Banco de España un cambio de 126,409, frente a 126,978.