Ludwig Weinberger,
conocido como Waluliso, el "apóstol de la paz" que desde hace más de un lustro recorre el centro de Viena exhortando a la paz, se encuentra en Moscú, invitado por el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze. Waluliso, un jubilado de 73 años, con toga blanca, corona de laurel, una manzana en la mano como símbolo de la naturaleza y un bastón, es frecuente objetivo de las cámaras de los turistas en Viena, que intentan recoger su ira al reprochar a gritos a los transeúntes sus vidas inconscientes. Los policías novatos que a veces le detienen sólo consiguen una reprimenda en comisaría por entorpecer la labor de tan singular personaje. Según advirtió antes de salir de Viena, está deseando manifestarse en la plaza Roja.
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