El color del musical
,Martin Scorsese siempre ha sido un ferviente defensor del color, aunque para Toro salvaje utilizara básicamente el blanco y negro. Enloquecido reivindicador del ideal cromatismo de Michael Powell, Scorsese paseó por aquí y por allá una copia de Tierra de faraones, de Hawks, manifestando su preocupación por la pérdida de las tonalidades originales y reclamando, casi con lágrimas en los ojos, mayor atención en la conservación de materiales filmicos.
No es de extrañar, así, que New York, New York fuera una película de acentuados colores, a comenzar por la camisa hawaiana que viste su protagonista Robert de Niro.
Homenaje
Se trata por lo tanto de un apasionado musical de exóticos y vibrantes colores que, por un lado, se constituye en sentido homenaje a un género que el director ama mucho (incluidos los pastiches a costa de Berkeley), mientras que por otro es una historia de amor y desazón iniciada en los días inmediatos al final de la segunda guerra mundial y continuada durante diez años que penetra en los personajes y sus psicologías como no tenían por costumbre hacerlo los títulos dorados del musical.Otra historia de amor, la que une al autor con la ciudad en que ha crecido y se ha formado, late constantemente en la cinta.
Y tanto un aspecto como otro forman, en definitiva, una atractiva película, muy idónea para todos aquellos que, sin necesidad de vivir en el recuerdo, añoran (digamos que adoran) un cine años cuarenta-cincuenta ya irremediablemente perdido en el bosque de la historia. Sin embargo, un cine muy moderno y un melodrama verdaderamente conmovedor.
New York, New York se emite hoy a las 22.20 por TVE- 1.
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