La AEB y el Banco de España piden a las eléctricas informes sobre su financiación
La Asociación Española de Banca (AEB) y el Banco de España han requerido a las empresas eléctricas información precisa sobre sus volúmenes de endeudamiento y sobre las necesidades de financiación a corto plazo con el aparente fin de hacerse un cuadro exacto de la situación real del sector. En su respuesta, las empresas han remitido, a principios de semana, un detallado dossier al respecto, que incluyen las proyecciones financieras a medio plazo de cada una de las compañías elaboradas conjuntamente con la Administración y la firma auditora Arthur Andersen.
Rafael Termes, presidente de la AEB, fue el encargado, mediante una comunicación telefónica al presidente de Unidad Eléctrica (Unesa), Iñigo Oriol, y a sus responsables, de canalizar la solicitud, que fue cumplimentada a principios de esta semana. La petición de Termes, según fuentes bancarias, obedecía a su vez al requerimiento que muchas entidades de crédito habían presentado a los servicios técnicos de la asociación bancaria para poseer una información que les ayuda se a la hora de decidir sobre las permanentes necesidades de financiación de estas empresas. El Banco de España, en una comunicación previa, fue más concreto y solicitó que las eléctricas facilitasen una estimación aproximada de las necesidades de financiación del sector eléctrico para el segundo semestre de este año. Al parecer, el banco emisor pretendía anticiparse a los problemas que podría causar al sistema crediticio y a las propias empresas eléctricas las reticencias de una parte de la bancaria prestar dinero a este sector como represalia por la crisis de la compañía catalana.Según fuentes del sector eléctrico, las necesidades de financiación de las eléctricas en el segundo semestre del año se sitúan en torno a los 295.000 millones de pesetas, de los que 150.000 millones responden a inversión neta; es decir, que no suponen una refinanciación de créditos anteriores. Esta última cantidad equivale en un procentaje superior al 75% a las necesidades de inversiones netas del sector en todo el año, lo que demostaría que estas compañías han tropezado con dificultades para concretar financiación en el primer semestre, pero sólo en una parte.
No obstante según coinciden fuentes bancarias y de las empresas, la financiación bancari apura al sector eléctrico no se ha interrumpido, ni siquiera en los peores días de la crisis de FECSA. Por el contrario, las empresas han podido afrontar sus necesidades diarias de tesorería mediante al recurso a fórmulas de financiación consideradas heterodoxas a largo plazo (o más caras), como son las líneas de crédito y las operaciones bilaterales a corto plazo.
Crédito a Hidruña
Tal es el caso del crédito de 11.000 millones de pesetas concedido a Hidruña a mediados de marzo, que fue asumido casi en su integridad por el Chase Manhattan Bank. El deseo de los bancos a no aparecer públicamente comprometidos con el polémico sector eléctrico fue decisivo, especialmente en un momento en el que estas instituciones libraban un tenso pulso con, la dirección de FECSA y con la Administración, a fin de demostrar que la crisis de la compañía catalana podría afectar, y afectaba de hecho, al conjunto del sector.Un ejemplo más llamativo de la enrarecida atmósfera ha sido la emisión periódica de papel comercial que Iberduero está realizado en los mercados financieros exteriores en los dos últimos meses y cuyos resultados se han mantenido bajo el manto de la confidencialidad por deseo expreso de las entidades agentes. Según fuentes contrastadas, la empresa bilbaína ha conseguido colocar hasta el 75% de su papel en compradores distintas a los bancos agentes en algunos de los peores momentos de la crisis de FECSA.
En este sentido, la crispada situación creada en un principio ha comenzado a disiparse en las últimas semanas, a medida que la dirección de FECSA aclaraba, no sin serias dificultades, la estrategia de salida de la crisis para la sociedad y concertaba con sus acreedores bancarios fórmulas y mecanismos viables de renegociación de sus 600.000 millones de pesetas de deuda, tal como ha ocurrido a raíz de la reunión de Londres con los sindicatos de bancos de la deuda en divisas el pasado 6 de mayo.
El anuncio el pasado miércoles de la próxima formación del comité de negociación (steering committe) de la deuda de FECSA ha supuesto, por otro lado, un elemento más en la eliminación de los obstáculos anteriores, al interpretarse en medios del sector y de algunos bancos que la situación ha comenzado a normalizarse. Los propios esfuerzos que a la vez realiza la Administración para persuadir a los acreedores de la viabilidad del conjunto de las empresas, dentro del denominado marco general tarifario para el sector, han contribuido al desbloqueo de la situación, que ahora se completa con los pasos dados por la banca nacional para despejar, institucionalmente, cualquier incógnita en relación al futuro a medio y largo plazo del sector.
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