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Ramón Pajares Domingo

Un español, al frente de uno de los mejores hoteles del mundo

Ramón Pajares, un español de 51 años, casado con una inglesa, dirige desde hace 12 años el hotel de lujo Inn on the Park, en Londres (hotel que los tres últimos años ha sido considerado por la Prensa especializada como uno de los mejores del mundo). Este hombre, que fue nombrado en 1984 hotelero del año en el Reino Unido, rompió con este reconocimiento una tradición secular que vinculaba el origen de los directores de hoteles de lujo con países como Francia, Suiza y el Reino Unido.

Ramón Pajares Domingo nació en Sant Feliú de Guixols (Gerona), aunque sus padres procedían de Jaén. Después de terminar el colegio en Barcelona, comenzó a trabajar en la hostelería, primero en las temporadas de la costa y posteriormente de camarero en el Ritz de Barcelona y en países como Alemania, Suiza, Francia y Gran Bretaña. Pero fue en las islas Canarias donde comenzó su gran carrera profesional como asistente de dirección de la mano de una compañía inglesa que construía un hotel de lujo en Las Palmas. "A partir de entonces", indica, "comencé a poner en práctica todo lo que había aprendido por ahí y dio buenos resultados la combinación entre el antiguo servicio europeo de cuidar mucho a los clientes y la concepción de que un hotel, en definitiva, es un negocio que ha de generar unos beneficios, sin los cuales no se puede continuar ni el personal puede prosperar".Pajares se define como un hombre ambicioso, "en el sentido de ser el mejor o uno de los mejores en lo que hago". Esta filosofía coincide con la de la compañía canadiense propietaria del hotel Inn on the Park. "La compañía", explica, "sólo posee hoteles de lujo, y nuestra idea es tener el mejor hotel o uno de los mejores allí donde estemos. Con este objeto no ahorramos esfuerzos ni económicos ni personales". Pajares ha introducido cambios fundamentales en el mundo hostelero que han supuesto una auténtica revolución, y a menudo sus ideas han sido copiadas por sus competidores. Responsable de innovaciones como los menús con precios fijos y el bufete a discrección del cliente, cree que una de sus virtudes consiste en estar en la vanguardia de la hostelería. "Siempre he sido capaz de ir un paso más adelante que la competencia. Dedico mi vida al hotel y a mi personal y no escatimo esfuerzos en inventar conceptos nuevos que mejoren, en algún sentido, la vida de los clientes y de los empleados del hotel".

Pajares declara que su familia y el hotel son sus dos únicas aficiones, y ambas sabe combinarlas muy bien. Su esposa, Jill, le acompaña en sus visitas a las ferias de anticuarios por los distintos pueblos de Inglaterra, donde adquieren detalles y mobiliario para el hotel. El Inn on the Park, decorado con la paciente búsqueda de este matrimonio, alberga numerosas antigüedades. "Creo", asegura Pajares, "que es ya una afición, porque tal vez no hubiera tenido tanta paciencia si estos objetos los hubiera ido buscando para mi propia casa".

Vive desde los 22 años fuera de España, y admite, al referirse a su profesión, que le cuesta expresarse con fluidez en castellano, porque "hay coloquios y palabras que tan sólo las he usado en inglés. Mi esposa es inglesa, y mis tres hijos, también; después de todo me considero un poco inglés, aunque mi identidad desde luego, es española".

Pajares dice que sus hijos también se inclinan por este mundo. La mayor, de 20 años, estudia ya hostelería en la universidad.

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