Núñez, la federación y los penaltis

Cuando algún directivo o amigo íntimo le insinúa que la vicepresidencia de la Federación Española de Fútbol le está quemando mucho, Josep Lluís Núñez, presidente del FC Barcelona, argumenta su presencia como "la única posibilidad de contrarrestar el poder fáctico del Real Madrid y reducir el favoritismo de los árbitros, hacia los blancos". Los partidarios de que Núñez siga contribuyendo al mantenimiento de José Luis Roca en la misma medida que favoreció la presidencia de Pablo Porta es que "desde que Núñez está en la federación [septiembre de 1982], el Madrid sólo ha ganado una Liga".Núñez parece haber perdido influencia en el entorno federativo y arbitral. Javier Clemente, por ejemplo, manifestó el pasado sábado que "al Barça le han metido un gol con este árbitro", se refería al arbitraje del riojano Marín López en el Español Real Madrid (2-3), que no señala el fuera de juego de Butragueño que facilitó el segundo gol madrileño.

El balance de penaltis a favor y en contra de las diez últimas temporadas indica que al Real Madrid se le han señalado 11 máximos castigos más a favor (74 por 63 del Barcelona) y al conjunto de Núñez, además, le han pitado 9 penaltis más en contra (47 por 56 al Barcelona). En esta Liga, la diferencia de penaltis a favor es muy importante: 12- 1. "Si la diferencia fuera al revés", explicó Joan Gaspart, "comprendería las protestas de los directivos del Madrid".

El pasado domingo, sin ir más lejos, el vizcaíno Benavente Garasa no sólo expulsó erróneamente a Víctor, sino que dejó sin señalar dos claros penaltis -las imágenes de televisión lo han confirmado- de Güerri a Roberto (m. 61, 0-1) y otro del meta Ruiz a Clos (m. 89, 2-1). Esta última acción fue similar a la que significó el empate del Madrid en Gijón (2-2, 3ª jornada, 10 de septiembre de 1986), cuando Ablanedo II repelió con una patada el acoso de Hugo Sánchez y Andújar Oliver, árbitro andaluz, decretó penalti -transformado por el mexicano- y la expulsión del portero.

Algunos técnicos consideran que esa ostensible diferencia entre los penaltis a favor de uno y otro candidato tiene también su justificación en el estilo que practica el Barcelona de Terry Venables, en el que difícilmente sus delanteros penetran en el área con el balón controlado, creando la mayoría de ocasiones en largos desplazamientos. El sistema se fundamenta en la provocación de jugadas a balón parado -saques de esquina y faltas próximas al área- que, al no estar él alemán Bernd Schuster, maestro en estos lanzamientos, son menos aprovechadas por los delanteros.