Marcos denuncia el riesgo de fraude en los comicios
El ex presidente Ferdinand Marcos habló ayer a los filipinos, desde su exilio de Hawai (EE UU) a través de una emisora de radio local, para confirmar su propósito de "regresar a mi país" y denunciar, los riesgos de fraude electoral que, según él, existen en Filipinas.El Gobierno de Cory Aquino no cree en la eventualidad de un regreso de Marcos, a pesar de que lo intentó a finales del pasado mes de enero, días antes del referéndum constitucional filipino del 2 de febrero, cuando su salida de Hawai fue impedida por las autoridades norteamericanas. No obstante, la Administración de Cory continúa controlando, en especial, el aeropuerto de Logan, en llocos Norte, la provincia natal de Marcos, donde las pistas han sido parcialmente inutilizadas con piedras y sacos de arena para impedir el aterrizaje de aviones grandes.
El Ejército filipino, en estado de alerta roja, controla igualmente el aeropuerto internacional de Manila, donde a lo largo del pasado fin de semana circularon rumores de intentos de sabotaje por parte de seguidores de Marcos que, en cinco ocasiones -la última del pasado 18 de abril-, han llevado a cabo operaciones militares progolpistas en Manila.
La presidente Cory Aquino ordenó, por su parte, la detención de tres oficiales pro Marcos, que en el pasado encabezaron las operaciones de intentonas golpistas contra el Gobierno de Aquino. Se trata del teniente general retirado José María Carlos Zúmel -cuyo hermano, Antonio Zúmel, es uno de los principales líderes de la guerrilla comunista del NEP-, el coronel Rolando Abadilla y el comandante Rolando Cabauatan, que serán "procesados ante los tribunales por sus actividades antigubernamentales", dijo el ministro de Defensa, Rafael lleto. Los tres oficiales han pasado a la clandestinidad Y se ignora su paradero, después de que en el domicilio del coronel Abadilla, en un barrio de Manila fueran requisados 46 fusiles ame tralladores, 26 pistolas y tre morteros.
En la elección de hoy, los ex partidarios de Marcos, agrupados en el Kilusang Bagong Lipunan (KBL), o Movimiento para la Nueva Sociedad, que fue el gran partido del dictador, esperan triunfar en el Norte.
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