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Se constituye en Madrid la Asociación de Consumidores de Derivados del Cannabis

El 21 de abril, Ginés Pitaluga, Juan Pla, Patricio Gómez y Rafael Nieto, socios fundadores de la Asociación de Consumidores de Derivados del Cannabis (ACDC), presentaron en la Delegación del Gobierno en Madrid los estatutos para su legalización. Lo primero que Ginés Pitaluga, portavoz de la asociación, quiere dejar bien claro "es que no somos ningún grupo cachondo ni pasota. Consideramos que la legalización de los derivados del cannabis, hachís fundamentalmente, es un paso importantísimo para quebrar el poder de la mafia de los narcotraficantes y para defender los derechos de los aproximadamente casi dos millones dé consumidores habituales de hachís que existen en España".

Ginés Pitaluga confiesa tener 30 años de edad, llevar barba, ser un fumeta desde 1978, de forma asidua, trabajar en una empresa como técnico de sonido y mantener una relación estable con su compañera desde hace 14 años; es decir, una vida de lo más normal, responsable, sin que las esporádicas temporadas de falta de hachís le hayan llevado a robar o atracar un banco para conseguir droga.El problema del consumo de hachís es mucho más importante de lo que la gente se cree y, desde luego, dice Pitaluga, "lo planteamos como un problema político al que los sucesivos Gobiernos están dando largas".

La Asociación de Consumidores de Derivados del Cannabis, añade, está plenamente de acuerdo con las manifestaciones del presidente del Consejo General de la Abogacía, Antonio Pedrol Ríus, de que la Seguridad Social suministre metadona a los yonquis para evitar que se vean obligados a atracar.

Imágenes de televisión

"La idea de crear la asociación se venía gestando desde hace tiempo, pero fue a raíz de las imágenes de televisión sobre la policial Operación Primavera cuando nos decidimos a llevarla a cabo. Pensamos que cualquiera de nosotros, personas normales, podríamos haber sido detenidos por la calle y enfocados por las cámaras como peligrosos delincuentes. Pensamos que ya vale de hablar contra la mafia y no luchar contra la mafia".Según consta en la plataforma de acción de la asociación, la legalización del hachís permitiría legalizar la irregular situación de 1.800.000 españoles, aproximadamente, que se considera que consumen hachís habitualmente. "Y, sobre todo,", añade el portavoz de AC-DC, "permitiría cortar la cadena del tráfico de las drogas duras. Si el hachís se vendiera en establecimientos autorizados, los camellos que salieran a la calle tendrían que ser camellos de droga dura -cocaína y heroína, fundamentalmente-, no podrían ocultarse ni disimular tan fácilmente, y la represión puramente policial contra la droga dura sería más eficaz. .Hay que aislar a los traficantes de droga dura. Guerra a muerte al caballo".

"Al mismo tiempo, las arcas del Estado engrosarían los beneficios de la venta del hachís, que ahora sólo sirven para fortalecer económicamente a los traficantes. La prohibición de consumir un producto que ya está socialmente aceptado sólo conduce al engqrde económico de los traficantes, y la ley seca norteamericana fue un precedente muy claro". Los beneficios de la venta permitirían destinar una cantidad de unos 75.000 millones de pesetas anuales para financiar un verdadero programa a nivel nacio nal dirigido a la reinserción y rehabilitación de toxicómanos.

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El Estado y las organizacio nes de consumidores controlarían la calidad y precio de los derivados del Cannabis como de cualquier otro producto de consumo masivo entre los ciudadanos. Ginés Pitaluga, como portavoz de la aún no legalizada asociación, insiste en que no son un grupo que ha montado esta idea para divertirse, y presenta un progrma mínimo de actuación que deberá ser asumido y completado cuando la asociación cuente con más de los 150 miembros que tiene ahora.

Plataforma política

La asociación ha enviado la noticia de su intento de constitución y su plataforma política a los principales partidos, centrales sindicales y orgarnizaciones de consumidores. Quieren solicitar una entrevista a alto nivel con los responsables de la Comunidad Autónoma de Madrid para pedirles ayuda material -fundamentalmente, un local con teléfono-, y quieren recabar el apoyo de personas conocidas, políticos, artistas, intelectuales, que son bien conocidos en el ambiente por su condición de fumetas. De hecho, entre los primeros 150 socios figura gente conocida, incluido un asesor del secretario general de las Juventudes Socialistas. Sin embargo, no es imprescindible ser consumidor de hachís para entrar a formar parte de la asociación.Mientras esperan que la Delegación del Gobierno decida sobre su legalización, el grupo fundador de la asociación ha iniciado los contactos para montar un gran festival musical que les dé a conocer y permita recaudar fondos para llevar a cabo sus fines, que no se limitan al ámbito de la Comunidad madrileña. "Tampoco sería bueno que España se convirtiera en una especie de paraíso del consumo de drogas blandas. Hay que tomar iniciativas internacionales, recabar experiencias de países donde esta cuestión ya no es tabú, y coordinar tanto la defensa de los consumidores como la lucha contra el gran tráfico".

Como cualquier asociación de consumidores, una de las principales actividades de la asociación será velar por la pireza y por la relación calidadprecio del producto en cuestión. "Por eso, una de nuestras primeras acciones será entregar diversas muestras de hachís en los laboratorios municipales para que se analicen y se conozca su pureza", dice Pitaluga.

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