Los empresarios urgen normas para abaratar el despido

El Círculo de Empresarios ha pedido que el Gobierno asuma el liderazgo y la iniciativa para abaratar el despido mediante cambios normativos que supriman la previa autorización administrativa y dando ejemplo en el sector público, "como primer empresario del país".

Reducir el coste del despido y vincular los salarios al rendimiento, todo con el fin de afrontar el actual proceso de desprotección y de crear empleo, son las medidas juzgadas más necesarias en un documento de dicho club de la elite patronal sobre La flexibilidad en el mercado de trabajo y la internacionalización de la economía española.Al presentar estas propuestas, directivos del Círculo de Empresarios informaron que dos ministros del Ejecutivo les han dicho lo mismo que ha declarado el titular de Economía y Hacienda: que la flexibilidad laboral debe ser negociada por empresarios y trabajadores, no dictada por el Gobierno. "Esto es tratar de salvar la faz, quitarse la responsabilidad y poner la bola en un terreno donde será imposible moverla", afirmó el presidente del Círculo, José Joaquín Ysasi Ysasmendi. El documento insiste en que el grado de flexibilidad laboral es insuficiente para afrontar con éxito la desprotección empresarial derivada del ingreso en la Comunidad Europea (CE). También es categórico al rechazar una política de gradualismo, por juzgar qué no corregiría el fuerte aumento de las importaciones y que se traduciría en menos capacidad de empleo.

Otras medidas

Además de las citadas propuestas, el Círculo de Empresarios reclama medidas generales, sacar del mercado de trabajo lo que son acciones de pura política redistributiva y adecuar la situación laboral a los aspectos productivos, algo que empiezan a pedir los sectores más intensivos en mano de obra y expuestos al mercado, como el textil. Para abundar en la necesidad de flexibilidad, el catedrático y ex ministro de UCID Luis Gámir dijo que, según diversos estudios universitarios y del Banco de España, las políticas de moderación salarial potencian sus efectos generadores de empleo cuando van unidas a otras de flexibilidad.Pero la principal preocupación de los empresarios que defendieron estas propuestas ante los periodistas se centra en el coste del despido, tanto en dinero como en tiempo y molestias para las empresas. Aunque ninguno llevaba datos concretos sobre dicho coste, varios dijeron que quizá asciende al doble que en la CE, y alguno apuntó que "eso como poco". Cuando se les advirtió que las estadísticas de las magistraturas sitúan en unas 700.000 pesetas el coste medio de cada uno de los 200.000 despidos anuales, las críticas se trasladaron a la actitud administrativa de no autorizar expedientes de regulación de empleo que carezcan de acuerdo entre las partes. José María Castañé apuntó que por ello se ha creado un mercado negro de indemnizaciones por bajas incentivadas, jubílaciones anticipadas o movilidad geográfica. La ineficacia de este esquema fue explicada por José María López de Letona con el ejemplo de que "algún banco tiene excesos de plantilla en Galicia y se ve obligado a contratar personal en Andalucía". Otras medidas reclamadas por el Círculo de Empresarios son el desregular la oferta de empleo eliminando subvenciones y trabas al desarrollo de nuevas iniciativas, aplicar criterios de mercado y de eficacia al empleo público, centrar las medidas "terapéuticas" en los desempleados de larga duración, aplicar esquemas de formación profesional válidos para las empresas y descargar todos los costes de la redistribución y de la cobertura de situaciones de precariedad económica en el sistema fiscal y en la Seguridad Social.