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Un grupo de 20 personalidades latinoamericanas propone una negociación global y política de la deuda externa

Un grupo de 20 personalidades de 10 países latinoamericanos firmó el lunes una declaración en la que proponen la creación de un club de deudores para negociar global y políticamente la deuda externa con los acreedores y sustituir así el "etéreo" Consenso de Cartagena.

Entre los firmantes, se encuentran cinco ex presidentes, economistas y políticos de renombre internacional. Venezuela: Carlos Andrés Pérez y Reinaldo. Figueredo; Colombia: Belisario Betancur, Misael Pastrana Borrero y Augusto Ramírez Ocampo; Ecuador: Osvaldo Hurtado; Bolivia: Gustavo Fernández; Brasil: Fernando Henrique Cardoso, Severo Gómez, Helio Jaguaribe y Celso Lafer; Chile: Gabriel Valdez y Felipe Herrera; Perú: Javier Silva Ruete; México: Luis Echeverría y David Ibarra; Uruguay: Wilson Ferreira Aldunate, y Argentina: Aldo Ferrer.En el documento las personalidades plantean que la región continúa realizando un esfuerzo desmesurado e injusto frente a la crisis de la deuda externa. "Para resolverlo es necesario modificar los términos en la negociación entre deudores y acreedores. La respuesta a estos desafíos radica en la decisión firme y solidaria de América Latina. El mantenimiento de la situación imperante se convertiría en una irresponsabilidad ante los pueblos y la democracia. Se está agotando la paciencia de las mayorías ciudadanas".

Por otra parte, señalan que "la crisis de la deuda externa tiene tres responsables, pero sólo los deudores están soportando su elevado coste. Los bancos acreedores la generaron con sus imprudentes políticas de préstamo. Los países industriales la multiplicaron con el aumento de las tasas de interés, el proteccionismo, su actitud de indiferencia ante la caída de los productos primarios y otras calamidades que han golpeado a América Latina".

Indican que "nuestros países pueden y deben pagar sus propios errores, pero no pueden asumir los de sus acreedores. El sacrificio en los últimos años no puede mantenerse. Desde 1981, América Latina ha pagado más de 130.000 millones de dólares. Pese a esto, la deuda anterior ha aumentado en casi 100.000 millones de dólares. La contrapartida ha sido más inflación, baja de salarios, estancamiento económico y tensiones sociales cada vez más graves. El producto por habitante ha caído en casi un 10% desde 1980".

Decisiones políticas

El ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez calificó de "etéreo" el Consenso de Cartagena, suscrito por 11 países hace dos años, el cual se ha quedado en una declaración teórica, sin constituirse en un instrumento de negociación. Por ello quieren que esta declaración del grupo de los 20 se convierta en una herramienta de América Latina, y a tal efecto una pequeña comisión viajará por todos los países de la región para promover decisiones políticas y adhesión entre los Gobiernos.La declaración del recién constituido Grupo de los 20 contiene seis puntos o propuestas:

1 . La solidaridad de América Latina y la negociación conjunta como respuesta a esta crisis. Los deudores tienen que hacer lo mismo que sus acreedores: negociar juntos y fortalecer a través de la unión su capacidad negociadora.

2. La fijación de un límite al pago de la deuda en proporción de las exportaciones o hasta el 2% del producto nacional bruto (PNB).

3. La cooperación regional con el desarrollo de las economías de menor ingreso y dimensión, apoyando su participación en los acuerdos que surjan de estas proposiciones. Los recursos resultantes de esa cooperación y que se habrían asignado al servicio de la deuda podrían destinarse en cada nación a inversiones sociales. Para este fin bien podría constituirse un fondo especial o fortalecer los ya existentes, con el propósito primordial de atender planes de vivienda, educación, nutrición y salud, y también para comprar dentro de la América Latina y el Caribe.

4. Convocar inmediatamente al Sistema Económico Latinoamericano (SELA), a nivel de cancilleres y ministros de Economía y Finanzas, para formalizar el acuerdo y proponer los servicios de la deuda dentro de los límites antes señalados, atendiendo a las particularidades y niveles de exportaciones y producción de bienes y servicios de cada país.

5. Incorporar en el texto del acuerdo cláusulas similares a las que existen en el Club de París y los steering committees como la moratoria cruzada, en caso de sanciones a uno de los miembros del acuerdo.

6. Iniciar una negociación global y política con los acreedores una vez adoptada la resolución latinoamericana. Esta negociación. debe abarcar todos los intereses en juego, para tomar en cuenta también el coste de la crisis de la deuda externa para los trabajadores y empresarios de Estados Unidos, Europa y Japón, provocado por la violenta caída de las importaciones latinoamericanas resultante del ajuste.

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