La presión de los ancianos margina a los jóvenes
Massimo Livi-Bacci, consultor de organizaciones internacionales como la ONU y la CE sobre la población en Italia y España cree que "el peso cada vez mayor, electoral y organizativo, de la población en las decisiones de los Gobiernos europeos está marginando a los jóvenes, desviando recursos hacia la tercera edad". "Para aumentar la natalidad en los países mediterráneos bastaría con eliminar las actuales penalizaciones, entre ellas las fiscales, a las parejas que desean tener un hijo" afirma el demógrafo italiano, catedrático en Florencia y vicepresidente de la Unión Internacional para el Estudio Científico dela Población.
Livi-Bacci, que ha participado recientemente en Barcelona en el I Congreso Hispano Luso Italiano de Demografía Histórica, opina que la creciente contradicción entre la edad biológica y la social creará graves problemas en los países occidentales. "Las tendencias actuales no pueden continuar mucho tiempo" sin crear graves conflictos", explica Livi-Bacci, "ya que se incrementa la diferencia entre la edad biológica y la social. Por una parte se retarda cada vez más la vejez biológica, mientras se anticipa la vejez social, en la que las personas abandonan sus resposabilidades laborales y familiares. Ello deja un amplísimo vacío a muchas personas, que no saben como participar en la vida social".
Adolescentes sociales
"Por otra parte, los adolescentes, cuya llegada a la pubertad cada vez se anticipa más, se ven imposibilitados de emanciparse y salir de la familia, convirtiéndose en eternos adolescentes sociales", añade Livi-Bacci. "En países como Italia y España, el sistema niega responsabilidad social a los jóvenes, que no están lo suficientemente organizados como para contrarrestar el creciente peso de la tercera edad en todas las decisiones políticas y sociales".Livi-Bacti critica el escaso crédito y apoyo que se da a los jóvenes, y pone como ejemplo el que ningún banco preste dinero a jóvenes de 20 años para acabar sus estudios, crear una empresa o comprar una casa. "No es justo ni sano que el hijo tenga que depender del crédito de sus padres", concluye Livi-Bacci, para quién es indudable que el peso central de la crisis económica en los últimos años ha sido sostenido por la familia, que ha actuado como un muelle amortiguador, de las tensiones sociales.
Para el demógrafo italiano, las preocupaciones actuales sobre la baja de la natalidad en Europa son excesivas, aunque reconoce que por algún tiempo seguirá descendiendo en países como España e Italia. "Mi impresión es que lentamente las gpneraciones actuales van superando su actual temor a tener hijos, provocado por el miedo a repetir los problemas que tuvieron, con sus padres en los años 60", comenta Livi-Bacci.
Alza algo su tono pausado de voz para mostrarse totalmente contrario a los incentivos selectivos como medio de aumentarla natalidad: medidas como la subvención al tercer hijo en Francia no son sino viejos sistemas que sólo pueden tener con secuencias coyunturales, y son siempre discriminatorios: ¿por qué no subvencionar también al segundo hijo?", pregunta.
Livi-Bacci creo que ya sería revolucionario que los gobiernos eliminasen los obstáculos actuales a las familias. "Los cambios en las leyes que penalizan fiscalmente a las familias con hijos bastarían para aumentar de manera notable la natalidad; y serían medidas que gozarían de un amplio consenso entre fuerzas políticas y sociales". El demógrafo califica de "irracionales" las dificultades que existen para que una familia, al aumentar su número de miembros, pueda cambiar de casa.
Livi-Bacci cree que "los partidos de izquierda deberían pensar si no han defendido ya demasiado a los individuos organizados, y si tendrían que pensar ahora en los poco organizados, como los jóvenes, en vez de aprovecharse de la enorme elasticidad de la familia".
El démógrafo italiano preve para los próximos años que continúe, e incluso se incremente en algunas áreas, la baja de natalidad registrada en los últimos años en España e Italia. La nupcialidad se guirá retrasando" pero tan sólo legal y no la real, ya que aumentan las convivencias no legalizadas, que al cabo de uno o dos años se convierten en matrimonios". "También continuará siendo raro tener hijos fuera del matrimonio, o en general en parejas no estables, al contrario que en los países nórdicos", añade Livi-Bacci, Io quo es una prueba de sabiduría y no de retraso".
Livi-Bacci cree también que han finalizado las grandes migraciones hacia países más ricos, y que por el contrario, aumentarán las inmigraciones de población árabe, africana y asiática, "porque los españoles, y los italianos que hayan estudiado 12 años no querrán hacer muchos trabajos necesarios para la sociedad"."Esta inmigración no debe preocupar, sí tiene carácter gradual, e incluso a la larga puede tener un efecto, positivo", concluye este experto italiano.
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