Las jornadas sobre la prostitución en Madrid reúnen por primera vez a profesionales, clientes y policías
La cuarta jornada sobre la prostitución en Madrid reunió en una misma mesa a profesionales de este oficio, a clientes y a policías. Las explicaciones de estos dos últimos grupos dieron origen a los insultos de algunas prostitutas y a los constantes cortes de un periodista de Radio Nacional de España que formaban parte del público.
El medio ambiente de la prostitución era el tema del debate que se planteó en la sesión de la tarde de ayer. Fue también la discusión que levantó más polémica y que caldeó los ánimos. La doctora Concha Colomo, del Ayuntamiento, era la moderadora de una mesa formada por un cliente, una dueña de pensión cuyas habitaciones se alquilan a las prostitutas, el subcomisario Jesús Jiménez y el abogado Manuel Hernández.La exposición estuvo salpicada de incidentes, protagonizados por prostitutas y un periodista de Radio Nacional de España que formaban parte del público. Estas personas interrumpían constantemente la exposición de los ponentes, especialmente las del policía y el usuario, que se presentó como Fulgencio. Éste manifestó que no se consideraba un claro representante de los usuarios, ya que utilizaba los servicios de una prostituta sólo cuando salía de juerga y no podía tener un rato de placer gratis. Fulgencio afirmó que se sentía desolado al haberse enterado por estas jornadas que la mayoría de las prostitutas no gozaba con los clientes. La confesión motivó que alguna prostituta del público le insultara.
El subcomisario Jiménez insistió en que la prostitución no constituye un delito, sino que delinque toda aquella persona que explota a la prostituta. El policía contestó al público para señalar que había ido al Centro Cultural de la Villa para contestar a todo lo que se le preguntara y no para ser blanco de nadie. El abogado Hernández manifestó que en España no existen grandes redes de prostitución, sino pequeñas zonas donde se practica. "La figura del chulo aún sigue existiendo", dijo. Los ponentes también se enzarzaron en enfrentamientos. Hernández comentó que era sabido que muchos policías regentaban casas de prostitutas, a lo que el subcomisario Jiménez respondió pidiendo que el letrado retirara lo dicho. Ni Hernández retiró lo dicho ni Jiménez abandonó la mesa, como amenazó.
Tras intervenir delegados de diferentes asociaciones -alguna de ellas católica que apoya socialmente a las prostitutas-, se presentaron prostitutas callejeras, call girls, barra americana, casas de citas y toxicómanas prostitutas.
Las prostitutas mostraron unánimemente el deseo de crear una asociación española para luchar por sus derechos civiles, similares a las que existen en otros países. Mientras que la mayoría de las profesionales señaló que su relación con el cliente les desagradaba profundamente, María -la prostituta que parecía tener una mayor profesionalidad- afirmó que respetaba profundamente al cliente.
Las prostitutas toxicómanas dijeron que muchas de ellas necesitan una desintoxicación. Hace meses que solicitaron sin éxito su inngreso en algún centro de la Administración.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.