_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Polonesa

Si este Papa no fuera algo más que un Papa, desde mi acatolicismo militante, aunque asuma elementos de cristianismo inevitables en el sustrato cultural, me consideraría desautorizado a meterme en casullas de once varas. Pero este Papa ejerce de superman político y sobrevuela los espacios del mundo besando aeropuertos, calificando y descalificando, cubriendo con su capa volante buena parte de las ignominias de la Tierra. Yo no sé si los sufridos cristianos emancipadores se boquiabrieron o no se boquiabrieron cuando le vieron avalar con su presencia a la truculenta junta argentina, y me explico que esos mismos cristianos traten de establecer ahora un balance positivo, liberador, del viaje chileno. Pero la ceremonia de la confusión moral, quizá no teológica, escenificada por el Papa polaco en Chile permite que tanto los verdugos como sus víctimas puedan creer que la misa ha sido oficiada en su honor.Hay quien cree que todo el monte es orégano, pero este Papa ejerce político-espiritualmente desde la sospecha de que todo el mundo es Polonia. Parte del criterio inevitable de que hasta el más sangriento verdugo de derechas es hijo de Dios y de la Iglesia, criterio que hasta ahora tan alta jerarquía ha empleado más en legitimar verdugos que en avalar democracias. Aquí los verdugos fueron bajo palio durante 40 años, y sus mártires jamás serán beatificados, tal vez porque murieron víctimas de sus propias emanaciones de azufre ideológico. Y cuando en una noche tragicómica de nuevo los verdugos amenazaron con sus ametralladoras nuestras libertades, las altas jerarquías de la Iglesia estuvieron tocando el piano hasta la madrugada. Tal vez una polonesa solicitada por la paloma de la paz de las derechas.

No hay mal que cien años dure, les ha dicho el Papa a los chilenos, y hasta los desaparecidos han saltado de júbilo ante tal aportación de esperanza, virtud teologal. Mientras tanto los gorilas de Pinochet seguían matando. Y es que a Dios rogando y con el mazo dando, como dijo Chopín.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_