FECSA pretende reducir al 9% la rentabilidad de los 300.000 millones de pesetas de obligaciones y bonos
El esquema del plan de viabilidad de FECSA, que el lunes recibirá una configuración casi definitiva en esta nueva entrevista entre su presidente, Luis Magaña, y el secretario general de la Energía, Fernando Maravall, prevé la reducción del 13% actual al 9% de la rentabilidad media de los 300.000 millones de pesetas que ha emitido en obligaciones y bonos. Asimismo, la compañía ha aumentado al 2,1% y al 1,9% (del 1,5% anterior) el diferencial medio negativo sobre el interbancariode Madrid y Londres que se solicitará a sus acreedores bancarios, según sean créditos en pesetas o divisas. Por ambos conceptos, el plan prevé un ahorro al año de 15.000 millones en sus costes financieros por intereses (62.300 millones anuales)
AlBERTO VALVERDESegún fuentes bancarias, Luis Magaña ha convocado para el próximo lunes al Citibank y jefes de fila del único crédito vencido que FECSA no cubrió desde que suspendió el pago de su principal el pasado 16 del marzo. Esta reunión, que puede retrasarse al martes, marcará el inicio formal de las conversaciones para la reestructuración de la deuda de FECSA, cuyo perfil era, a finales de 1986, el siguiente: 296.723 millones de pesetas, en obligaciones y bonos; 184.176 millones, en créditos en moneda extranjera a largo y medio plazo; 72.271 millones, a medio y largo plazo, y 41.039 millones, a corto.Magaña reunirá al resto de acreedores según el calendario de vencimientos previstos, y así continuará con el grupo del Central (próximo vencimiento) y con los acreedores a corto plazo. El presidente de FECSA ha cancelado en los últimos días algunas entrevistas con representantes bancarios, que esperaban tener acceso, aunque fuera someramente, a su programa de salvación.
La filosofía del plan de Magaña, que, después de varias reuniones con Maravall, (el lunes y el martes de esta semana), cuenta con el endoso público, es realizar un mix o mezcla de sacrificios entre los distintos agentes involucrados.
_En primer lugar, el primer sacrificado será la propia compañía, que vera reducidos prácticamente al mínimo legal sus 150.000 millones de pesetas de reservas voluntarias en el ejercicio de 1986. Industria ha aceptado la idea dejar "un mínimo de stock de seguridad de reservas", con lo que el sacrificio por la vía patrimonial será algo inferior al previsto y no afectará al capital social. Con ello se conseguirá una disminución significativa
en los fondos obligados que hay que destinar a la amortización del activo, al verse éste reducido en más de 150.000 millones de pesetas. Asimismo, el plan prevé una ampliación de capital de 1 por 10 el próximo año Después serán los bancos acreedores los que se esfuercen, especialmente los que tienen deuda a corto plazo o en pesetas. A los primeros se les pedirá una reestructuración a largo plazo, y a los que tienen operaciones en pesetas, una reducción mínima del tipo de interés del 2,1% menos el interbancario de Madrid (mibor) durante un período inicial de cinco años, con compensaciones en ejercicios posteriores. A los que tienen riesgo en divisas, la media será de 1,9% sobre el interbancario de Londres, aunque los tipos propuestos serán variables, según sean operaciones en francos suizos, dólares, yenes japoneses o libras esterlinas. Con ello se producirá un ahorro de 13.000-14.000 millones de pesetas anuales.
El aspecto más polémico es el sacrificio que se pedirá a los oblbligacionistas, que plantea problemas jurídicos de dificil solución al llevar muchas emisiones una garantía hipotecaria fácilmente exigible ante los tribunales. FECSA trata de obviar el problema mediante una negociación global con la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) y la patronal de seguros Unespa, cuyas entidades asociadas ostentan o tienen en cartera una buena parte de los 300.000 millones de pesetas. El ahorro aquí es dificil de evaluar, pero la pretensión es bajar entre tres y cinco puntos su coste empresarial, según las distintas operaciones. No obstante, está previsto subir, tras los primeros años, la rentabilidad a una media entre el 10% y el l2%
No a los participativos
Se ha descartado, por otro lado, la instrumentación de créditos participativos (entendiéndose éstos los configurados en la ley de Reconversión de 1984), así como la exclusión inicial de la compañía de su obligación de pagar el 3,9% de moratoria nuclear. Las empresas eléctricas, por su lado, convertirán en capital su aportación de 18.000 millones de pesetas, con lo que los recursos propios de FECSA sufrirán un incremento necesario para compensar las pérdidas patrimoniales experimentadas. No habrá, claro está, dividendos ni beneficios en muchos años.
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