Espionaje muy relajado
Las potencias mundiales gastan miles de millones de dólares al año en recursos tecnológicos para coleccionar servicios de información. Pero el espionaje de alta tecnología no ha eliminado todavía las herramientas más antiguas del espionaje. El sexo, el dinero y el recurso a los agravios personales siguen siendo potentes alicientes para enrolar espías. El sistema norteamericano rechaza la idea de que cualquier persona con acceso a información altamente secreta deba ser objeto de constante sospecha. Pero casos recientes suscitan dudas inquietantes acerca de la laxitud en la protección de secretos. En lo que se refiere a los esfuerzos de Estados Unidos para contrarrestar el reclutamiento soviético de agentes norteamericanos se puede mejorar bastante. 1 de abril
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