Dos muertos en un fallido intento de evasión de dos procesados en Lieja

Dos personas resultaron muertas y otras dos heridas en un fallido intento de evasión producido ayer en el palacio de justicia de Lieja (Bélgica), donde se celebraba el juicio de tres atracadores: Pierre Fréeres, Robert Gillon y José Cokaiko. Este último fue herido mortalmente por los disparos de los gendarmes que le custodiaban junto a sus cómplices, tras arrebatar el arma a un guardia, según algunas versiones.

Los tres procesados habían solicitado al presidente del tribunal permiso para ir al servicio y fue, al parecer, al regresar del cuarto de baño, cuando sé disponían a ser de nuevo esposados, cuando se produjo el intento de evasión. Germaine Dely, amiga de Cokaiko, que se encontraba entre el público, se levantó bruscamente y amenazó a los jueces con una granada de mano, que resultó ser falsa, al tiempo que gritaba: "José, ven aquí, ven cerca de mí". El acusado se apoderó entonces de la pistola de uno de sus guardianes y abrió el fuego mientras se acercaba a su novia.El pánico cundió rápidamente entre el público y, en medio de la confusión general, se dispararon más de 15 balas, una de las cuales alcanzó a Cokaiko, que murió en el acto. A su abogado, Jacques Henry, de 59 años de edad, ex decano del Colegio de Lieja, se le incrustó un proyectil perdido en la cabeza y falleció a media tarde, poco después de que los cirujanos intentaran extraérselo.

La amiga del delincuente resultó herida de bala en el vientre, pero su estado no reviste gravedad. Tampoco es preocupante la situación de la joven Dominique, estudiante de derecho de la universidad de Lieja, que asistía al juicio y que, por no echarse al suelo con la suficiente rapidez, fue rozada en el brazo por una bala.

Los tres delincuentes tienen a sus espaldas un largo historial de atracos a mano armada, con toma de rehenes y de evasiones frustradas, la última a principios de marzo. Gillon y Cokaiko habían sido condenados en 1982 y 1986, respectivamente, a 15 años de cárcel cada uno.