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Nicolás Redondo afirma que se quiere hacer aparecer a la UGT como un sindicato intransigente y duro

Nicolás Redondo, secretario general de UGT, señaló ayer a este periódico que "se está intentando presentar a la UGT como un sindicato intransigente y duro" y por eso se filtra de forma parcial e interesada la carta en la que se comunica la decisión de la ejecutiva de disolver la comisión mixta UGT-PSOE. Redondo desveló que antes de esa carta había enviado otras dos más a Felipe González, presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, exponiéndole su preocupación por las relaciones entre ambas organizaciones. La primera llevaba fecha del 3 de octubre de 1984, y en ella Redondo renunciaba a asistir a la ejecutiva del PSOE. En enero y febrero de 1987 le remite dos cartas más diciendo que, "dada la ineficacia de la comisión conjunta PSOE-UGT, era mejor disolverla".

Redondo declaró ayer que la filtración a Europa Press de la carta en la que anunciaba a Felipe González la decisión de la ejecutiva del sindicato de disolver la comisión conjunta UGT-PSOE, tenía como objetivo "hacer aparecer a la UGT como una central nada flexible y radicalizada".

En su opinión, ese deseo de dar una imagen negativa y de dureza injustificada de la central socialista había llevado a quienes filtraron su última carta a ocultar que en octubre de 1984 él ya había remitido una carta a Felipe González explicándole por qué se veía obligado a dejar de acudir a la ejecutiva del PSOE.

Nicolás Redondo recordó que "se está diciendo por ahí que tenemos un puesto vacante en la ejecutiva del PSOE, pero no dicen por qué lo dejamos". En la carta enviada el 3 de octubre de 1984, el dirigente sindical explicaba a González que había una serie de problemas que hacían muy difícil las relaciones entre ambas organizaciones y enumeraba, entre otros, la interpretación que el Ministerio de Trabajo daba a la jornada de 40 horas, el fracaso de un acuerdo interconfederal para 1984 por injerencia de miembros del Gobierno, la política de reconversión (se hablaba entonces de rescisión de contratos), la reforma de la Seguridad Social, etcétera.En el escrito, Redondo se quejaba de que "UGT está siendo tratada muy injustamente por el Gobierno socialista"', y anunciaba al secretario general del PSOE su deseo de suspender su asistencia a las reuniones de la ejecutiva del PSOE. "La situación", dice el secretario general de UGT, "era ya muy conflictiva y yo no veía lógico seguir asistiendo a unas reuniones en las que la única voz discrepante era la mía, ni que se interpretara que con mi asistencia UGT apoyaba unas decisiones que no compartía el sindicato".

En enero de 1987, Redondo envió otra carta en la que comunica a Felipe González que la ejecutiva ha tomado la decisión de sustituir la comisión bilateral UGT-PSOE, por entender que es un órgano poco operativo y conviene sustituirla por otra de relación más fluida. En febrero reitera nuevamente por escrito esta decisión y vuelve a insistir en establecer unas relaciones más lógicas.

"Todo ello", asegura Redondo, "en el deseo de que las cosas tuvieran un contenido más normal. Había temas que no podían ser tratados en una comisión como aquélla, y propusimos que se estableciera un sistema de trabajo basado en grupos a crear según cada problema concreto". Para el secretario general de UGT, "la filtración de parte de la historia se ha hecho de forma parcial e interesada, para crear una imagen de un sindicato intransigente que rompe caprichosamente las reglas de juego. Y nada más lejos de la verdad".

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