FECSA considera la posibilidad de suspender pagos legalmente si se endurece la renegociación bancaria
El vencimiento parcial ayer de un crédito sindicado de 40 millones de francos suizos dirigido por el Citibank aceleró la decisión del consejo de Fuerzas Eléctricas de Cataluña (FECSA) de suspender el pago de principal de su deuda bancaria. La compañía retuvo ayer 3.400 millones de pesetas en concepto de pago principal de este crédito al Citibank, pero abonó los intereses. Fuentes de FECSA no descartan llegar a la suspensión legal de pagos si la banca, tanto nacional como extranjera, rechaza la renegociación. Las mismas fuentes insisten en que no serán necesarias ni quitas de principal ni moras de intereses.
Luís Magaña, presidente de FECSA, calificó ayer de "decisiva", dentro del proceso de saneamiento de la compañía, la decisión de suspender el pago de principal de su deuda bancaria, que ascendía a finales de 1986 a 256.447 millones de pesetas en operaciones a medio y largo plazo y a 41.039 millones a corto. La resistencia de los bancos a iniciar relajadamente un proceso de renegociación fue la razón de fondo que provocó la medida empresarial, a la que Magaña se había negado en un principio por entender que "existían caminos menos traumáticos para llegar al mismo destino".FECSA envió ayer a todos sus acreedores bancarios el télex preceptivo que comunica la decisión de la compañía de no hacer frente a sus compromisos de pago del principal de la deuda. Con este télex en la mano, los bancos puede proceder a acelerar (exigir el pago anticipado) de numerosos créditos y préstamos (los que contengan la cláusula de default), si bien se daba por sentado en medios internacionales que es muy improbable que ninguna institución recurra a esta arma. "Entre no cobrar (bajo suspensión de pagos legal) y cobrar menos o más tarde (suspensión de principal), es mejor la segunda posibilidad", afirmó ayer un banquero norteamericano.
Pero la misma fuente afirmó que existen entidades que no están basadas en España, o carecen de la "comprensión necesaria", que pueden recurrir a este mecanismo cautelar para poner en dificultades a la empresa. "Existen bancos que, en perfecto uso de sus derechos, pueden entender que existe una oportunidad de cobrar si amenazan con la aceleración de sus créditos. La situación es enormemente delicada y va a exigir mucha imaginación y poder de persuasión para no llegar a este extremo", añadió.
Reunión con Citibank
Al tiempo que Magaña continuaba ayer con representantes del Banco del Crédito Industrial (BCI) y del Long Term Credit Bank sus conversaciones exploratorias, FECSA estudiaba dos alternativas para hacer frente a la eventualidad del default de algún crédito. Por un lado, fuentes de la empresa confiaban en que "los bancos más flexibles convenzan a los díscolos de que este no es el mejor camino para salir de la crisis". Por otro, la compañía mostraba su disposición a afrontar la suspensión legal de pagos, "ya que la suspensión nos deja las manos libres para obtener mejores condiciones".La deuda bancaria de FECSA se distribuye de la siguiente manera: 184.176 millones de pesetas están concertadas a largo y medio plazo en moneda extranjera; 72.271 millones lo están en moneda nacional a medio y largo plazo, y 41.039 millones son papel a corto. Aparte, la compañía tiene en el mercado 296.723 míllones de pesetas en obligaciones y bonos, que configuran una deuda global superior a los 600.000 millones. FECSA tiene también un saldo acreedor de más de 71.000 millones en financiación de bienes de equipo, Hacienda y otros y un saldo deudor de 123.546 millones. Entre éstos figuran ayuntamientos y empresas públicas que no saldan sus recibos de electricidad.
El gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal, envió ayer un requerimiento a FECSA para que restituya inmediantamente el suministro de fluído eléctrico a diversas estaciones e instalaciones de Renfe. La compañia eléctrica decidió el pasado lunes cortar el suministro de electricidad a varias estaciones de Renfe, después de haberle requerido el pago de una deuda de 1.600 millones de pesetas.
Aparte de la deuda bancaria, FECSA tiene previsto iniciar en breve la renegociación de sus obligaciones y bonos. En los próximos días, Francisco Oliver Narbona, ex directivo de la Caja de Alicante y Murcia, se integrará en FECSA como asesor para dirigir la renegociación de este pasivo. En una operación patrocinada por las cajas de ahorro, la intención es amortizar anticipadamente aquellas obligaciones que tengan cláusula de prepago. Algunas están concertadas a un tipo que supera el 18%. El resto será renegociado a medida que se instrumentan otras fuentes de financiación. Será necesario, en todo caso, recurrir a vender activos no eléctricos y, siempre que la enajenación no lleve aparejada venta de mercados, aquellos eléctricos que no mermen considerabalmente la sociedad.
Por otro lado, en medios próximos a una entidad financiera norteamericana se subrayaba el hecho de que "no habrá términos medios: o se alcanza un acuerdo, sea el que sea, o se produce una catástrofe financiera sin precedentes". En los mismos medios se temía de forma especial el "efecto dominó", es decir, la posibilidad de que una sola entidad bancaria optara por ejecutar un crédito, FECSA no pudiera hacer frente al crédito y tuviera que suspender pagos, la banca restringiera su flujo crediticio al sector eléctrico, se produjeran nuevos casos FECSA.
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