Absentismo de AP
Los nuevos responsables de AP han tomado medidas para evitar el absentismo de sus diputados en las sesiones del Congreso. Debemos felicitarlos no sólo porque han tomado medidas necesarias, sino porque han tomado la opción correcta.El absentismo de los parlamentarlos de AP es grave, la media de asistencias a los plenos del Congreso de los Diputados es de 25 parlamentarios, sobre un total de 67, es decir, el 37%. En las comisiones, la mayoría de las veces el único asistente por parte del Grupo Popular es elyortavoz ponente (véase EL PAIS del 4 de marzo, página 15, y del 5 de marzo, página 19). Para remediar esta situación estudiaron dos opciones: castigar a los absentistas con multas en efectivo o premiar a los asistentes. Los dirigentes de AP se han decidido por la segunda opción y premiarán con viajesparlamentarios y actos honoríficos de representación a los que asistan con regularidad.El profesor J. K. Galbraith expone en su obra La anatomía del poder que existen tres instrumentos para ejercer el poder: condigno, compensatorio y condicionado (véase página 22). El poder condigno se impone mediante penas, multas o castigos y tiene su origen en los castigos corporales impuestos a los esclavos. El poder compensatorio se hace obedecer mediante el uso de recompensas (páginas 33 a 44). Vemos, pues, que los dirigentes de AP han optado por la solución más civilizada, moderna y actual, utilizando el poder compensatorio y premiando a los diputados que asisten frecuentemente.
Proponemos a los nuevos dirigentes que esta línea de modernidad emprendida la extiendan a toda la sociedad española y presenten una modificación del Estatuto de los Trabajadores, que permita a éstos faltar a su trabajo por causas no justificadas sin ser sancionados ni amonestados y cobrando su salario íntegro. Para aquellos trabajadores que asistan regularmente a su trabajo se establecerán premios, tales como viajes, actos honoríficos, comidas, etcétera-
