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El marroquí acusado de la muerte de una modelo sólo recuerda que discutió con ella

Amelia Castilla

Mustafá Mechball, ciudadano marroquí, de 23 años, pasó ayer a disposición judicial como supuesto autor de la muerte a puñaladas de Ángeles Díez Gil, modelo y adicta a la heroína, cuyo cadáver fue encontrado, oculto bajo un colchón y desnudo de cintura para abajo, por unos niños el pasado lunes en un solar del barrio de Peña Chica. El acusado, en cuyo poder se encontró el carné de identidad de la víctima, reconoció haber mantenido relaciones sexuales con ésta y sólo recuerda que discutió con ella, según informó la policía.

Horas después de que fuera localizado el cadáver Mustafá Mechball era detenido por la policía en un bar de la calle de Villamil. En poder de Mustafá se encontraron 34 comprimidos de Rohipnol y una navaja con posibles restos de sangre, según fuentes policiales. En su ropa se apreciaron también manchas de similares características y en el bolsillo posterior del pantalón el carné de identidad de Ángeles, lo que permitió identificar a la joven, cuya cara había quedado irreconocible.Mustafá declaró que conoció a la víctima alrededor de las diez de la noche del domingo en la calle de Ginzo de Limia. Ambos recorrieron varios bares y tomaron whisky y cerveza que mezclaron con Rohipnol (tranquilizante menor o ansiolítico de estructura química similar al Valium, que mezclado con el alcohol potencia el efecto euforizante). Pasadas unas horas se encaminaron, según sus declaraciones, a la zona conocida como la Cruz del Cura, donde la víctima compró una papelina (dosis de heroína), que se inyectó en los servicios de un establecimiento.

Después se dirigieron al solar situado en el número 17 de la calle de Murias y mantuvieron relaciones sexuales. Mustafá aseguró que posteriormente discutieron y que pegó una bofetada a la joven.

El acusado cree que utilizó una navaja, pero no recuerda si la llevaba él o era propiedad de la víctima. Antes de marcharse del solar Mustafá recogió la cazadora, el pantalón y el bolso de la víctima, que estaban manchados de sangre y que posteriormente arrojó en un cubo de basura. El detenido explicó que a lo largo del lunes recorrió distintos bares del barrio.

El detenido, que reconoció dedicarse a la venta de hachís y comprimidos de rohipnol, aseguró que, en la actualidad, carecía de ocupación laboral aunque trabajó hasta diciembre en una agencia inmobiliaria. Posee antecedentes policiales por estancia ilegal, lesiones y robo con fuerza.

La familia de la joven apuñalada aseguró ayer que Ángeles no bebía alcohol y que jamás iba armada. La víctima que fue enterrada ayer en el cementerio de Fuencarral, tenía 36 heridas inciso punzantes en el pecho, que afectaban al corazón, hígado y ambos pulmones; cinco más en la cara y 15 en las extremidades superiores e inferiores.

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"Extravertida y simpática"

La modelo apuñalada, que estaba considerada como una joven extravertida y muy simpática, era adicta a la heroína desde hace varios años, según aseguraron médicos que la habían tratado. Ángeles se encontraba prácticamente en los huesos y estaba en la fase terminal de su toxicomanía. No había padecido ninguna enfermedad infecciosa ni presentaba síntomas de SIDA.Ángeles trabajó como maniquí para la agencia Cruz Meinsón, una empresa que se dedica a enseñar a las futuras modelos a moverse en una pasarela y a maquillarse. Entre otras cosas, la víctima había hecho coros para el programa de televisión Tocata. Fuentes cercanas al mundo de la moda aseguraron que Ángeles llevaba cerca de tres años sin trabajar como maniquí.

"Como la mayor parte de las modelos, cuya vida en la pasarela comienza a decaer, empezó a trabajar por su cuenta diseñando ropa que ella misma confecionaba", aseguró una modelo, que afirmó que había perdido la pista de la joven desde hacia tiempo.

Vecinos del barrio de Peña Chica -en las calles de Chantada, Garrapanes y Bañeza- aseguraron también que veían con frecuencia a la joven por la zona especialmente en los lugares donde se vende droga.

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