Las lesiones musculares, tema 'tabú' en el Athlétic
Un silencio absoluto cubre las frecuentes y largas lesiones musculares de los jugadores del Athlétic de Bilbao. Los responsables de los servicios médicos niegan cualquier información al respecto. El alto estado mayor del Athlétic -Iríbar, Manolo Delgado y el docto Gorostidi- confirman que el asunto ha sido objeto de estudio. Unos dicen desconocer las causas, otros tratan de quitar trascendencia al problema y todos reiteran que la información es reservada.
Once jugadores del Athlétic han sufrido lesiones musculares en el transcurso de la temporada. Excepto Ayúkar, todos ellos pertenecen a la vieja guardia bilbaína: Urkiaga, Goikoetxea, Liceranzu, De la Fuente, Gallego, Patxi Salinas, De Andrés, Urtubi, Endika y Argote. Cualquier aficionado sabe que esa hilera de nombres constituye la alineación titular del Athlétic con la sola falta del meta Biurrun y de Sarabia. El supuesto equipo titular del Athlétic no se ha reunido ni una sola tarde. Las lesiones de origen muscular se han cebado sobre ellos, pero lo más extraño es que su recuperación ha sido tan lenta que hasta José Ángel Iríbar se ha mostrado sorprendido por ello.Las lesiones musculares se han prolongado en algunos casos durante dos o tres meses. De Andrés, Goikoetxea y Liceranzu apenas han podido jugar esta temporada; Argote no ha disputado un solo minuto de Liga desde que comenzó el 1987. Los cuatro han estado apartados de los campos por padecer dolencias musculares.
Hasta el inicio de esta temporada, estos jugadores parecían invulnerables. Con Liceranzu sólo pudo una gravísima fractura, producida el pasado año tras un choque con Julio Alberto. Cinco meses después, el central se entrenaba con normalidad.
De Andrés sufrió un tirón en el primer partido de Liga y fue baja durante cuatro meses. A finales de noviembre reapareció en el partido de la primera vuelta frente al Atlético de Madrid, pero tuvo que abandonar el campo después de sufrir un nuevo tirón. Goikoetxea sufrió una lesión similar en octubre, durante el partido que enfrentó al Athlétic con el Beveren, en Copa de la UEFA. Se esperaba que el defensa internacional volviera a jugar 15 días después. Goiko no volvió a disputar un partido hasta mediados de enero, en Atocha.
La baja de Argote tuvo las mismas características. En diciembre, frente al Spórting de Gijón, el extremo izquierda se retiró del campo cuando aún no había transcurrido media hora de partido. Nadie le había golpeado, ni cayó en una mala postura. Simplemente se echó una mano a la pierna y no pudo correr. Desde entonces, Argote no puede jugar. Iríbar, que considera decisiva la aportación del extremo zurdo, afirmaba hace dos semanas que desconocía la fecha del regreso de Argote; éste no es más optimista que su entrenador. En Lezama, hace una semana, un periodista le preguntó medio en broma cuándo volvería a la alineación del Athlétic. Argote, hombre tímido y de ánimo frágil, le contestó: "Si juego algún partido esta temporada, me doy por satisfecho".
Las respuestas en el club son siempre evasivas. El doctor Gorostidi declara que el asunto ha motivado las deliberaciones de los responsables médicos y técnicos, pero no aporta ningún dato sobre el origen de las dolencias: "Eso es algo que no me corresponde hacer público". Gorostidi, que se muestra tranquilo -"en una temporada no podemos haber olvidado lo que sabíamos hasta ahora"-, llega a decir que planteó una autocrítica a su trabajo. Según el doctor, los sistemas empleados eran idénticos a los de anteriores campañas, y entonces no se daban este tipo de problemas.
Manolo Delgado recurre a la estadística para explicar, en parte, la epidemia del Athlétic. El preparador físico bilbaíno afirma que el número de lesionados es el habitual: "Sólo que las bajas se han producido prácticamente a la vez". Respecto al tratamiento de recuperación, Delgado señala que compete a los servicios médicos.
La extrañeza de Iríbar se deriva del largo período de recuperación de los lesionados. El entrenador asegura que la planificación de la temporada ha sido muy similar a las anteriores: "Es un sistema de trabajo que yo he aprobado".
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