Rumasa reclama a Ruiz-Mateos 16.500 millones por ampliaciones de capital no desembolsadas
Rumasa, SA, propiedad del Patrimonio del Estado, presentó el pasado viernes, día 20, en los juzgados de Madrid, demanda en juicio declarativo de mayor cuantía contra los hermanos Ruiz-Mateos y los administradores de la antigua Rumasa, en reclamación de 16.493 millones de pesetas, correspondientes a ampliaciones de capital efectuadas en la sociedad antes de la expropiación y que, en opinión de la Administración, no fueron desembolsados.
La demanda, consecuencia de acuerdo de la junta general de Rumasa SA, del pasado 10 de febrero, va dirigida contra los hermanos José María, Isidoro, Zoilo, Rafael, Dolores y Alfonso Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada, como accionistas de Rumasa, y contra los antiguos administradores de la sociedad, los 4 hermanos varones Ruiz-Mateos y Alberto Pérez-Luna Gallego, Luis Barón Mora-Figueroa y José María Recuero Albizu. La demanda ha recaído en el juzgado número 16 de Madrid.La decisión de la Administración arranca de la auditoria de Rumasa efectuada por Arthur Andersen tras la expropiación del holding. En ella se decía que "no existe documentación justificante suficiente que permita asegurar que la totalidad del capital social fue efectivamente desembolsada".
Los demandantes argumentan que entre julio de 1968 y diciembre de 1976, Rumasa efectuó 12 ampliaciones de capital por una cuantía total de 16.500 millones de pesetas, con lo que aquél quedó en la cifra de 17.000 millones. Esas ampliaciones fueron elevadas a escritura pública, en la que constaba que habían sido suscritas en su integridad y desembolsadas -excepto el 0,1% de la última ampliación -por importe de 7.000 millones- por los accionistas, los hermanos Ruiz-Mateos, mediante ingresos en efectivo que se efectuaban en la caja social.
De acuerdo con ello, los hermanos Ruiz-Mateos debieron efectuar entre las fechas citadas desembolsos en metálico por un importe total de 16.493 millones de pesetas. La Administración, por el contrario, mantiene en su demanda que la familia Ruiz-Mateos no desembolsó ni una sola peseta, ya que la práctica consistía en anotar contablemente un crédito que los accionistas adquirían con la sociedad y que posteriormente iban cancelando de forma total o parcial, siempre mediante apuntes contables.
Beneficios inexistentes
La demanda señala que no hay base para compensar esos desembolsos a cuenta de los beneficios obtenidos, ya que los resultados declarados por la propia Rumasa de 1.968 a 1982 ascendieron a 13.678 millones de pesetas, mientras que las pérdidas reales -a tenor de las cuentas de explotación de los años 1977 a 1982- del grupo fueron de casi 90.800 millones de pesetas, según los datos de la propia contabilidad mecanizada de la sociedad. La auditoría de Arthur Andersen a 23 de febrero de 1983 señala que entre el 1 de enero y el 23 de febrero de 1983 Rumasa perdió 7.349 millones de pesetas, existiendo pérdidas encubiertas y no contabilizadas de años anteriores de hasta 504.515 millones de pesetas.De acuerdo con el porcentaje de suscripción de las sucesivas ampliaciones por los hermanos Ruiz-Mateos, la Administración reclama 8.246 millones a Jose María y 1.649 a cada uno de los hermanos Zoilo, Rafael, Dolores, Isidoro y Alfonso Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada. Según la demanda, los administradores deben responder solidariamente de la deuda que se reclama a los accionistas, como responsables de la simulación de esos desembolsos.
Los demandantes solicitan el embargo de los bienes de los demandados en cuantía suficiente para hacer frente al importe de la cifra reclamada.
José María Ruiz-Mateos declaró ayer que esta demanda "es un fiel reflejo de lo nerviosos que están. Lo primero que tienen que hacer es pagarme los 500.000 millones que valen los activos del grupo y luego yo les pagaré lo que me reclaman".
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