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Tanques y soldados sirios toman posiciones en el sector musulmán de Beirut

La vanguardia de una brigada motorizada del Ejército sirio entró, a primeras horas de la tarde de ayer, en el sector occidental, o musalmán, de la capital libanesa. Los carros de combate y los soldados de Damasco comenzaron un prudente despliegue en el aeropuerto y en las principales arterias urbanas. Expulsada en el verano de 1982 por Israel, Siria regresó ayer a Beirut oeste, entre la cansada y escéptica esperanza de una población que aún no se ha recuperado de los últimos horrores de la guerra entre milicias rivales.

Beirut oeste ha cambiado siete veces de dueño en el curso de una docena de años de guerras distintas. Ayer le tocó de nuevo el turno a Siria.Carros de combate y, transportes de tropas sirias llegaron en la mañana a Jalde, un estratégico cruce de caminos, situado en la costa, justo debajo del aeropuerto de Beirut y a unos 10 kilómetros del corazón de la ciudad. Cientos de personas, shiíes en su mayoría, les recibieron con gritos de alegría. Poco después de hacer su aparición en Jalde, las unidades sirias fueron sobrevoladas impunemente por aviones de reconocimiento del Ejército israelí.

Son unos 3.500 hombres pertenecientes a una brigada motorizada, que cuentan con el apoyo de un batallón de artillería con unos 450 hombres. Proceden del este de Líbano, donde, desde 1976, Siria tiene concentrados miles de soldados.

La briagada siria está equipada con un centenar de carros T52 de fabricación soviética y un centenar de vehículos blindados, jeeps y camiones militares.

La tarea que tienen por delante los soldados de Damasco es muy complicada. Ni más ni menos que tomar el control de las principales vías de comunicación, asegurar la protección de las escasas embajadas que permanecen en Beirut oeste y de las instituciones públicas libanesas y, sobre todo, conseguir la retirada de las múltiples milicias. En palabras del coronel sirio Alí Hammud, "remediar la anarquía y animar a los habitantes de la ciudad a reemprender su vida normal".

Samir Geagea, líder de la milicia Fuerzas Libanesas, hegemómea en el sector cristiano de Beirut, ha dicho que "la entrada del Ejército sirio es contraria a las leyes internacionales, sobre todo, a la Carta de las Naciones Unidas".

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La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) también se ha pronunciado desde Túnez contra el retorno masivo del Ejército sirio a Beirut, que, para Hakam Balaul, supone "una amenaza flagrante para la presencia palestina en Líbano". Los campamentos palestinos en Líbano están asediados desde el pasado otoño por el movimiento shií Amal, principal aliado de Damasco.

Las fuerzas sirias tuvieron que abandonar Beirut oeste como consecuencia de la invasión israelí del verano de 1982 en la que perdieron 80 de su aviones de combate. Su regreso constituye una violación del acuerdo promovido entonces por el mediador norteamericano, Philip Habib.

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