Un ajustador convencido de las tesis duras de ETA Militar
El candidato a lendakari por Herri Batasuna procede del Gohierri guipuzcoano, la comarca que más ha nutrido de activistas a ETA. Hijo de un caserío de Ataun y miembro de una familia abertzale, marcadamente euskaldun, Juan Carlos Yoldi ha seguido la trayectoria iniciada por el mayor de sus otros tres hermanos, Francisco Javier, que ingresó en ETA durante la década de los setenta. Juan Carlos Yoldi conoció la represión franquista por referencias familiares, pero, al parecer, a los 14 años practicaba con el arma de su hermano, entonces miembro de un comando legal de ETA Político-militar y hoy, al parecer, integrado en ETAm.El candidato a lendakari se vio involucrado en junio de 1978 en un accidente por arma de fuego que costó la vida a un amigo de su familia, Fermín Arratibel, hijo de un antiguo concejal del PNV de Ataun. Fermín Arratibel murió de un balazo en el monte Amondaráin, de Ataun, víctima de un disparo fortuito realizado, al parecer, por un tercer miembro de la cuadrilla, también menor de edad. Los jóvenes permanecieron escondidos durante algún tiempo hasta que sus familiares les forzaron a presentarse ante la justicia y el asunto fue archivado dada su corta edad.
Dos meses después, Francisco Javier Yoldi se refugió en Francia, dejando en su pueblo la sospecha de que su arma había sido la causante de la muerte de Fermín Arratibel.
Reservado, introvertido, algo apocado en su comportamiento social, Juan Carlos Yoldi se ha manifestado últimamente en conversaciones con sus amigos como un elemento convencido de las tesis duras de ETA Militar. Su juventud, 24 años cumplidos el pasado domingo, y quizás también su figura, delgada y algo quebradiza, ha sido probablemente uno de los factores que han llevado a Herri Batasuna a elegirle como candidato.
Quienes le conocen afirman que es un chico normal, que no posee una gran preparación política ni las cualidades de un líder juvenil. Cumplió el servicio militar destinado en el parque de automóviles de Madrid y estudió formación profesional en el instituto de Beasain, pero no ha llegado a ejercer su oficio de ajustador.
Trabajaba en las labores del caserío cuando el 21 de junio de 1985 fue detenido en una espectacular redada llevada a cabo en la comarca por fuerzas de la Guardia Civil. Está procesado por pertenecer presuntamente al comando Zorrotza-Atxio de ETAm y por haber participado en tres atentados contra intereses franceses.
No está acusado de delitos de sangre y el fiscal solicita para él una pena total de 64 años de prisión: siete por pertenencia a banda armada, 11 por estragos, ocho por depósito de armas, cinco por lesiones graves y 33 por los tres atentados.
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