Malo y sin suerte
ALREDO RELAÑO, Lo de José Luis Roca ya es demasiado. No basta con que sepamos que la mayor parte de la gente del fútbol está contra él. No basta con que sepamos que anda recurriendo a los sistemas más peregrinos para sostenerse alguna semana más en el cargo. Ahora nos hemos enterado de que además es un hombre sin suerte. Su decisión de invertir el capital sobrante de la Federación en FECSA habla no sólo de su despiste, sino de su falta de tino.
Napoleón preguntaba antes de nombrar un general si tenía o no suerte. Sin duda, no hubiera escogido a Roca entre sus más directos colaboradores. Pablo Porta guarda grandes distancias con Napoleón y quizá por eso decidió apostar por José Luis Roca a la hora de sugerir sucesor. Las consecuencias están a la vista. El fútbol está alborotado, y no sólo por una oposición que organiza mal sus ataques al poder establecido, sino por el sorprendente desacierto con que éste maneja su capital. Para la Federación, el peor enemigo está en casa.
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