Cargol aprovechó la visita del Cacaolat
Hay que tener suerte para comprar un jugador en navidades, desempaquetarlo con prisas, quitarle la etiqueta y usarlo sin rodaje en febrero. Ese es Pep Cargol, la sorpresa madridista de última hora. El Madrid hizo algunas buenas cosas ante el Cacaolat. Spriggs colocó un tapón que estuvo a punto de insertar a Dyckema en el parqué. Y el Cacaolat, pues eso, estuvo ahí. Es un equipo que no acaba de cuajar.El resultado final fue el resultado justo, pero tardó mucho en establecerse. El Madrid ejerció un dominio fáctico que no se tradujo en el marcador, puesto que el Cacaolat estuvo siempre cerca. Codina, como siempre, probó cosas, que le fueron sirviendo. Y el partido quedó bien, fue bastante entre tenido.
Así, que se pudieron tomar algunas notas. Y la mayor atención la protagonizó el júnior Cargol, quien pudo disfrutar de 29 minutos de juego, puesto que Romay se cargó con cuatro personales en el minuto 7. Estuvo tímido en la primera parte, donde tardó en coger sitio en defensa mientras Mendiburu aprovechaba la ocasión para hacerse notar. Pero, en la reanudación, Cargol entró bien en juego, hizo sus cosas en ataque, cogió sus rebotes, pasó bien y mostró un buen instinto defensivo, con un loable propósito de hacer siempre ayudas. Pero el mejor detalle lo tuvo en el banquillo: cuando se sentó -durante cinco minutos-, se pasó todo el tiempo calentando. Es decir, tiene ganas. Branson puso la regularidad, Corbalán su actual buena forma, Biríukov el tiro de media distancia y Spriggs el espectáculo. Spriggs hizo 24 tantos, 10 de 21 lanzamientos, cogió 12 rebotes, puso dos tapones y provocó seis personales. Sólo le falta ser un poco más egoista con su porcentaje.
Robinson fracasó en su intento de hacerse notar en el pabellón. Y Creus lo hizo todo.
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