Las eléctricas contagiaron a todo el mercado
La suspensión de la contratación pública de las acciones de Fecsa suponía un obstáculo muy dificil de salvar para un mercado ya de por sí bastante nervioso desde la víspera. Lo atípico de la suspensión produjo precisamente el efecto contrario al buscado, y el resto de los valores del grupo se vio envuelto en una corriente vendedora en la que el único motivo declarado por los inversionistas era un "por si acaso", ya que la opinión más generalizada considera que el que una compañía tenga problemas financieros no es causa para suspender la contratación, y que si se extiende esta forma de actuar el tablero electrónico aparecerá pronto con algunos claros importantes.Las bajas registradas por los índices generales han superado las previsiones al llegar, en el caso de Bilbao, a los nueve puntos. El aluvión de papel llevó en algunos momentos a la congestión a algunos de los valores en los que la especulación ha tenido mucho que ver en las últimas semanas, hecho que ha sido recibido con cierta satisfacción por todos aquellos que venían predicando la necesidad de un alto en la tendencia alcista. Construcción, metalúrgicas y químicas han superado al sector eléctrico en su caída, prodigándose en esos grupos las posíciones de papel sin operaciones, lo que pospone las ventas para la semana próxima. Después de las ventas de los habituales del parqué han llegado las de la especulación, que sigue los acontecimientos con algo menos de proximidad, esperándose ahora la llegada de los rezagados de costumbre, que cuentan con medios de actuación menos rápidos.
El número de valores que han quedado sin contratar ha sido elevado, tanto por falta de dinero como de papel, aunque los valores más importantes están incluidos en la relación de exceso de oferta. La necesidad de la inversión a corto plazo de cancelar sus posiciones ha sido aprovechada en muchos casos para comprar en condiciones óptimas, produciéndose así un cruce de intenciones que ha conseguido calmar los ánimos a medida que avanzaba la sesión, aunque no ha podido retirar todo el papel del mercado.
El sector bancario también ha recibido su correspondiente porción de órdenes vendedoras, lo que ha obligado a casi todos los componentes del grupo a registrar recortes, algunos de cierta importancia. Entre los siete grandes se han producido recortes de hasta 80 enteros, y ello con unos restos vendedores no demasiado abultados. El saldo vendedor global de este pequefío grupo ha sido de poco más de 265.000 títulos, al tiempo que el volumen negociado ha ascendido hasta los 590.000.
El ambiente al cierre era tranquilo, con posiciones vendedo-, ras para casi todos los sectores, aunque en la mayoría de los casos se trataba de un papel que no era voceado continuamente, lo que indica que la prisa por vender ha pasado, en gran parte y que esta oferta puede esperar tranquilamente al lunes para ejecutarse. La situación del sector eléctrico seguía siendo el tema de fondo en la mayoría de las conversaciones, esperándose algún tipo de solución en el transcurso del fin de semana.
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