La democracia pendiente

Señor Savater: ¡Qué crítica más dura a los partidos políticos! Gaste cuidado o alguien puede llegar a pensar que, en el fondo, es usted otro "totalitario o colectivista trascendental" de esos tan pasadísimos de moda. Por cierto, le encanta esa cantinela del totalitarisino de izquierdas, ¿eh?Su artículo (La democracia pendiente. EL PAÍS, 18 de enero) viene a poner orden tras la "confusión" (que pocas veces ocurre algo así) que pudo crear Lledó con el suyo contra Vattimo, ético éste, tan buen anfitrión como usted en estas lides, y con una tarea también heroica (ahora ya, ni Marx, ni Nietzsche, ni Freud, ¡Schopenhauer!). No se trata, dice usted, de renunciar a lo más conveniente para uno, sino, al contrario, ser egoísta, pero inteligente. Calígula -viene a decir usted- fue Calígula porque no fue egoísta, inteligente, razonable. De haberlo sido, su interés hubiese estado "en los demás y en la comunidad", "una comunidad justa, pacífica, armónica y,libre" (y quien dice Calígula dice Franco o Pinochet y los que les apoyaban). ¡Qué tontos hemos sido los hombres, desde la prehistoria hasta hoy, con lo fácil que era! Por cierto, ese planteamiento suyo, aparte de las resonancias típicas (Hobbes, Locke), ¿no le suena a intelectualismo moral socrático?: razón = virtud = felicidad (¿recuerda lo que decía Nietzsche de esto?). ¡Cómo Schopenhauer! ¡Sócrates! ¿Sería Sócrates el auténtico "existencialista libertarlo"?

Son ustedes, los Savater, Vattimo y demás novísimos pensadores, aparte de El Capital y sus epígonos, los que engrandecen a pensadores como Marx, "antaño tan en boga". Usted no es "eficazmente escuchado"; los demás, ni meramente escuchados. Si, por tanto, y según su lógica, no es usted "íntegramente persona", los ciudadanos es que ni existimos. Así es, amigo mío, su "artefacto social y políticamente revolucionario", su democracia, una de "las únicas dignas de tal nombre".-

. Granada.