Ocho miembros de la Comisión Ejecutiva del COE presentan por escrito su dimisión

Ocho de los 18 miembros de la Comisión Ejecutiva del Comité Olímpico Español (COE) han presentado por escrito su dimisión. Se trata de ocho de los 11 que ocupan residencias federativas. De los tres restantes, uno de ellos lo ha hecho oralmente, otro lo ha dejado en suspenso hasta que pueda hacerla efectiva y el tercero se encuentra de viaje. El comité ejecutivo queda así desmembrado en una acción encaminada a aislar a Alfonso de Borbón, presidente del COE. A su lado quedan el secretario, el tesorero, un vicepresidente y los tres miembros del Comité Olímpico Internacional (COI).

El primero en presentar su dimisión fue el vicepresidente Juan Manuel de Hoz (atletismo), el pasado mes de noviembre, que no aceptó que las federaciones no firmaran el principio de acuerdo de los nuevos estatutos. Las dimisiones en cadena se produjeron en la reunión que mantuvieron 26 presidentes el pasado lunes, en la que pidieron a Alfonso de Borbón que cesara en su cargo.Los presidentes que firmaron su dimisión como vocales del comité ejecutivo fueron Carmen Algora (gimnasia), Alfredo Flórez (natación), Alfredo Goyeneche (hípica), Manuel Rivas (tiro olímpico), Pedro Várez (halterofilia) y Pau Pérez (espeleología). Segismundo Fraile (deportes de invierno), no presente en la reunión, la presentó el pasado día 23.

A estas ocho dimisiones formales hay que sumar la de Joaquín Díez (pesca), también vicepresidente, que tras presentarla de manera oral en la última asamblea, ratificó ayer que ponía su cargo a disposición de las federaciones no olímpicas, que fueron las que le eligieron. "Yo siempre cumplo mi palabra, y me faltará tiempo para hacer efectiva y formal mi dimisión en cuanto el COI apruebe los nuevos estatutos", manifestó ayer. Joaquín Diez no asistió a la reunión que celebraron las federaciones el lunes por la muerte de un familiar. Él, sin embargo, manifiesta no estar en el grupo que persigue la destitución de Alfonso de Borbón: "No tengo motivos para estar a favor ni en contra. Sí puedo asegurar que hay intereses muy superiores a los de pedir su cese, y yo en esa batalla no entro".

Especialmente importante es la dimisión de Segismundo Fraile, que se encuentra al frente de la federación que presidió Alfonso de Borbón. Al comentar su dimisión, Fraile manifestó: "Me encontré entre la espada y la pared porque soy amigo personal de Alfonso de Borbón. Las cuestiones deportivas las tengo que contemplar al margen de la amistad con el presidente. Creo que los que le votamos no podemos echarle a patadas. Yo lo que no voy a hacer es sacrificarle, eso que lo hagan los que están en su contra. Si he presentado la dimisión es porque los presidentes llegamos a ese compromiso cuando firmamos el principio de acuerdo de los nuevos estatutos". Fraile no acudió a la reunión del lunes por encontrarse en Suiza.

También hay que sumar la dimisión de Roberto Tendero (balonmano), ausente en la reunión por tener compromisos en Barcelona. Ayer estaba en Mérida, y hoy, a su paso por Madrid, dejará por escrito su dimisión. En cualquier caso, señaló que la delegaba en los presentes a la reunión.

Queda por pronunciarse el vicepresidente Pedro Sust (baloncesto), que ayer viajaba de Argentina a España.

Siete miembros más

El Comité Ejecutivo del COE lo forman también el presidente, Alfonso de Borbón; el vicepresidente Benito Castejón; elsecretario, Manuel Fonseca; el tesorero, José Antonio Gil, y los miembros españoles del COI Carlos Ferrer Salat, Juan Antonio Samaranch y Pedro de Ybarra. Estos dos últimos excusan sistemáticamente su presencia en las reuniones.

Esta sucesión de dimisiones tiene más valor que el de expresar el aislamiento al que se va a someter a Alfonso de Borbón. El actual comité ejecutivo debe reformarse en cuanto el COI apruebe los estatutos. Cuando así sea se compondrá con 16 representantes de federaciones, y el presidente tendrá dificultades para formarlo.

Alfonso de Borbón no quiso ayer comentar estas dimisiones ni la reciente declaración del ministro de Cultura, Javier Solana, que le acusó de "estar haciendo el ridículo" y de buscar amparo "en los representantes de las federaciones adscritos a los esquemas del antiguo Movimiento Nacional". Su jefe de prensa declaró: "Alfonso de Borbón no desea hacer declaraciones para no politizar el tema".