La Super Bowl alcanzó una reventa de 190.000 pesetas
La 21ºedición de la Super Bowl, final del fútbol americano, entre los Broncos de Denver y los Gigantes de Nueva York, se disputó el pasado domingo en Pasadena (Califórnia) ante 113.000 afcionados y 135 millones de telespectadores. No hay competición en Estados Unidos que se la compare. La reventa alcanzó las 190.000 pesetas, y el minuto de publicidad en televisión, los 156 millones. Vencieron los Gigantes por 39-20 y ganaron así su primer título.
"Esto es mejor que hacer el amor", dijo Dave Rowlings después de que los Gigantes de Nueva York vencieran a los Pieles Rojas de Washington por 17-0 en la final del play off (eliminatoria final) de la Conferencia Nacional de la Liga Nacional de Fútbol.La expectación por el partido decisivo fue tan grande que la cadena de televisión CBS, que lo ofreció en directo, cobró a sus anunciantes el minuto de publicidad a 1,2 millones de dólares (unos 156 millones de pesetas), que es una cifra récord.
Espectáculo
Para el descanso de la Super Bowl, Producciones Walt Disney preparó un espectáculo de 25 minutos con 400 vaqueros vestidos de blanco, 50 parejas disfrazadas como los famosos bailarines Ginger Rogers y Fred Astaire y 40 niñas pintadas como la actriz Shirley Temple.En las conferencias de prensa los jugadores más solicitados tuvieron sus propias tarimas. Cada día se pudo conocer qué desayunaba fulano de tal, qué vistió para la comida y qué hizo después de la cena. Y es que conocer la salud y el estado mental de estos jugadores parecía determinante.
Los Gigantes eran los favoritos en las apuestas y cualquier cambio en la alineación habría supuesto variaciones en éstas.
Las Vegas, el centro del jue go en EE UU, recaudó más de 35 millones de dólares (unos 4.500 millones de pesetas). Una primera estimación aprecia que las apuestas ilícitas en el resto del país llegaron a los 2.000 millones de dólares (unos 260.000 millones de pesetas).
Hace años que la Super Bowl dejó de ser un evento para el aficionado normal y corriente. Las entradas se vendieron a 175 dólares (unas 22.000 pesetas) cada una. Menos un millar de entradas reservadas a una lotería y para el público en general, todas fueron repartidas entre los 28 equipos y la Liga. Los Gigantes y los Broncos recibieron 20.000 localidades cada uno y fue afortunado el abonado que logró una.
Las reventas llegaron a los 1.500 dólares (unas 190.000 pesetas) por un asiento. Agencias de viajes que aseguraron tener entradas cobraron hasta 3.000 dólares (380.000 pesetas) por un viaje de fin de semana. Una vez cerradas las cuentas, se espera un ingreso de 100 millones de dólares (unos 13.000 mifiones de pesetas) en la economía de California del Sur.
Los Gigantes juegan en Nueva Jersey, muy cerca de Nueva York. Su afición va desde Canadá, por el norte, hasta Pensilvania, por el sur. Sin embargo, ahora son unos extraños en Nueva York, su ciudad inicial. Se mudaron del Yankee Stadium en 1976, después de una disputa sobre impuestos, aparcamientos y reducción del número de asientos, que favorecían al equipo de béisbol.
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