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GENTE

Jock Wallace, entrenador del Sevilla FC, no tiene suerte con los coches. Si a su llegada a la capital andaluza fue objeto de un robo en su automóvil, el pasado lunes un coche aparcado frente a su domicilio fue objeto del primer enfado conocido del técnico. Dos periodistas montaban guardia ante su puerta, al objeto de captar la primicia del nuevo jugador sevillista Edward McMinn, que llegaba de incógnito. Wallace se enfureció al ver desvelado su secreto, y al aparcar rápidamente para evitar la foto chocó contra un coche estacionado.

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