El Metro afirma que las horas extras evitaron una regulación de empleo

Un portavoz de la compañía Metropolitano afirmo ayer que las horas extras hechas el año pasado por la plantilla evitaron que la empresa acometiera una regulación de empleo que hubiera afectado a más de 1.000 trabajadores. La compañía respondió así a la denuncia hecha por el comité de empresa, que acusó a la dirección de utilizar las horas extras para cubrir la carencia de personal (ver EL PAÍS de ayer).Este portavoz reconoció que en 1986 los 6.300 trabajadores del Metro realizaron unas 200.000 horas extraordinarias. No obstante, minimizó estas cifras señalando que cada empleado realizó una media de 32 horas al año. Añadió que desde enero se ha reducido el tiempo de trabajo realizado fuera de la jornada laboral y que la situación se normalizará a finales de 1987, una vez terminado el proceso de reorganización de la plantilla, iniciado a mediados de 1985.

Esta reorganización, prevista en el contrato-programa de la compañía, tiene como finalidad formar a la mayoría de la plantiIla y adaptarla a las nuevas tecnologías e innovaciones introducidas en el servicio, como los nuevos trenes, el conductor único, la protección automática del tren, la incorporación de radiofonía y otros cambios tendentes a proporcionar una mayor seguridad y comodidad al usuario.

La compañía ha comenzado a contratar personal para cubrir el aumento de servicio que se ha producido por la ampliación de la línea 8 hasta la avenida de América y la apertura del tramo de la línea 6 que une Cuatro Caminos con la Ciudad Universitaria. Las incorporaciones de nuevos trabajadores no será, sin embargo, significativa.

El comité de empresa hizo el pasado martes un llamamiento a los trabajadores para que no realicen más horas extras. Por su parte, la compañía considera que se trata de una medida de presión de cara al nuevo convenio colectivo.