Políticos e intelectuales recordaron a Enrique Tierno
Un ministro, un embajador, un presidente regional, un alcalde y un rector de Universidad hablaron ayer en el cuartel del Conde Duque de Madrid de las facetas de Enrique Tierno como profesor, intelectual y alcalde. Del que fue alcalde de la capital de España durante siete años se resaltó su actitud irónica y rigurosa, su sentido del humor y de la responsabilidad, y se le calificó de castellano claro conocedor de las contradicciones y limitaciones de la naturaleza humana y con autodominio y capacidad de distanciarse del hecho inmediato.Virgilio Zapatero, ministro de Relaciones con las Cortes, explicó que cuando Tierno "se asiló al final de su vida en la ciudad su desconfianza en el Estado fue más marxista que libertaria, más libertaria que liberal". "El europeísmo de Tierno creó solidaridades entre las comunidades políticas contrarias al régimen franquista", dijo Fernando Morán. "Fue inequívocamente contrario a los bloques y veía a Europa, unida como eje del equilibrio internacional".
El alcalde de Madrid, Juan Barranco, declaró ser "hombre seducido por don Enrique". "Trabajó por los derechos del vecino y tuvo muy claro que ante la crisis del Estado, era el momento del mundo de las ciudades", afirmó. Joaquín Leguina, presidente del Gobierno regional, recordó que cuando Tierno era diputado "ya pensaba como munícipe" al defender en sus conversaciones la importancia de los Ayuntamientos.
Cayetano López, rector de la Universidad Autónoma de Madrid, dijo que el viejo profesor "sentía aversión por las respuestas cerradas y la seguridad absoluta". Tras dos horas de discursos, un asistente al acto pidió al presidente de la mesa, Gregorio Peces-Barba, ex presidente del Congreso, que dejara hablar a un hombre del pueblo: "Tierno fue sobre todo honrado y tolerante, que es lo que el pueblo pide a los políticos", dijo.
