_
_
_
_
_

Un presunto violador alega"impulsos irrefrenables"

Amelia Castilla

José Daniel Penit López, de 22 años, empleado de un taller, sin antecedentes policiales, pasó a disposición judicial el pasado domingo como presunto responsable de cuatro delitos de abusos deshonestos, tentativa de violación y robos con intimidación, según informó ayer la policía. El acusado, que se ha confesado autor de ocho delitos, tres de los cuales no han podido ser comprobados, aseguró que actuaba por "impulsos irrefrenables".

Los hechos que se imputan al detenido ocurrieron a lo largo del pasado año en el distrito madrileño de Carabanchel. Los asaltos se produjeron por la noche, y las víctimas en todos los casos fueron mujeres que regresaban a sus domicilios.Al entrar en los portales de la vivienda eran abordadas por un joven, armado con una navaja, que bajo intimidación las sometía a diferentes abusos sexuales, según la Jefatura Superior de Policía. En dos de los casos el asaltante se apoderó también del dinero de las víctimas.

Denunciado por una mujer

Una de las mujeres, que había sido asaltada el mes de obtubre pasado, aseguró con posterioridad a funcionarios del Grupo de Homicidios que había visto, después de ser agredida, al hombre que la había asaltado.El supuesto autor, según la descripción de la testigo, utilizaba un vehículo del tipo R-12, matrícula de Madrid.

Una vez localizado el automóvil, se llevó a cabo la detención del supuesto autor de las agresiones y robos a mujeres, que además fue reconocido por la testigo que le había denunciado.

Al detenido se le imputan, además de la agresión a la joven citada, otros cuatro casos del mismo tipo. Dos de estos sucesos no fueron denunciados en comisaría por las víctimas, según la policía.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Penit, que aseguró que sus "impulsos irrefrenables" no tenían "premeditación alguna", se ha confesado autor de ocho delitos del mismo estilo, tres de los cuales no han podido ser comprobados.

El detenido trabajaba en el taller de su padre y era considerado por las personas que le conocían como "un chico muy normal, que mantenía un comportamiento intachable". Un portavoz policial aseguró también que el muchacho, que tiene dos hermanos, estaba conceptuado en el círculo familiar como una persona de muy buen comportamiento, que era puesto como ejemplo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_