Aquino inicia su visita a Mindanao con un llamamiento por la paz

La presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, formuló ayer un llamamiento por la paz al iniciar su visita a la convulsionada isla de Mindanao, al tiempo que el asesor presidencial Aquilino Pimentel lograba establecer un alto el fuego con la guerrilla del Frente Islámico de Liberación Moro (MILF), tras el incremento de la violencia musulmana, que causó 52 muertos en los últimos días.Paralelamente, las Fuerzas Armadas de ese país fueron puestas en estado de alerta máxima ante las amenazas hechas por una hermandad militar filipina de realizar "otra conjura para desestabilizar" al Gobierno de Aquino. Las autoridades militares han desplegado tropas en torno al palacio presidencial.

La presidenta filipina, que formuló el llamamiento en una pequeña escuela de la ciudad de Sultan Kadarat, rodeada de un centenar de hombres armados, fue recibida por decenas de miles de personas en su recorrido por tres ciudades de la isla en busca de apoyo al plebiscito sobre la nueva Constitución propuesta por el Gobierno, que se celebrará el próximo 2 de febrero.

El llamamiento de Aquino adquiere un especial significado en la isla de Mindanao, en la que acaba de registrarse un importante brote de violencia y en la que se produjeron 50.000 muertes en los años setenta.

En el pueblo de Sultan Kadarat, Pimentel logró, por su parte, un compromiso de principio para que se cumpla un alto el fuego temporal con el grupo rebelde musulmán, que se ha declarado responsable de las acciones de esta semana.

Pimentel y el jefe de la plana mayor del Frente Islámico de Liberación Moro, Haji Murad, acordaron un inmediato alto el fuego. Éste afirmó que el líder de ese grupo, Hashim Salamat, exiliado al parecer en Pakistán, debería ser requerido lo antes posible por representantes del Gobierno y sugirió la posibilidad de que se entrevistara incluso con la presidenta Aquino.